"Las 'pymes' españolas deben ir a EE UU"
Nunca un español había llegado tan alto en el Gobierno de EE UU. Juan Verde Suárez, subsecretario del Departamento de Comercio encargado de las relaciones con Europa, ha vivido casi toda su vida a caballo entre España y su país de adopción. "Fui allí a estudiar un verano, y lo que iban a ser tres meses se convirtieron en veintitantos años", dice. Licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad de Boston y máster en Administración Pública por Harvard, Verde ha trabajado en las campañas electorales de los apellidos más ilustres del Partido Demócrata en el último cuarto de siglo: Kennedy, Clinton, Gore, Kerry, Obama... Verde (Telde, Gran Canaria, 1971) es experto en electorado hispano, ha hecho incursiones en el mundo de los negocios y presidió en España el Proyecto Cambio Climático de Al Gore.
"La reforma sanitaria va a salir adelante. Estamos en la recta final"
"El plan de estímulo económico de Obama ha salvado a Estados Unidos"
"Nuestras relaciones con Europa pasan hoy por su mejor momento"
"La sangría del desempleo en EE UU se ha parado"
Pregunta. La Administración de Obama parece haber dado la espalda a Europa para dirigir sus prioridades hacia Asia y otras zonas del mundo. Aquí se respira cierto aire de decepción con el presidente...
Respuesta. No estoy nada de acuerdo. Las relaciones entre Estados Unidos y Europa pasan hoy por su mejor momento. Han tomado un nuevo rumbo, incluyendo las relaciones entre Estados Unidos y España. Durante los últimos ocho años se dio un distanciamiento entre Estados Unidos y sus aliados históricos, particularmente los europeos, que con la llegada del presidente Obama ha dado un vuelco de 180 grados. Obama estuvo en Europa seis veces el año pasado. En cuanto a España, hemos pasado de no tener un solo acercamiento oficial a tener, en 12 meses, dos oficiales y tres extraoficiales en cumbres multilaterales. Francamente, en España los medios de comunicación han transmitido una imagen que no se basa en la realidad.
P. Pero eso son sólo gestos. En el plano geoestratégico, el alejamiento entre ambas partes es cada vez más patente...
R. Creo que no. Las relaciones comerciales bilaterales entre Estados Unidos y Europa representan el 52% del PIB mundial. Nuestro mayor aliado, no solamente político sino comercial y económico, es Europa. El mayor inversor extranjero en Europa es Estados Unidos; el mayor inversor extranjero en Estados Unidos es Europa. En estos momentos de crisis y de globalización tiene más sentido aún, y así lo define la Casa Blanca, fortalecer lazos, no solamente entre nosotros sino ante terceros. Ahora existe una oportunidad con la expansión de China, India y el resto de los países Bric [Brasil y Rusia] para que Estados Unidos y Europa sumen esfuerzos.
P. ¿Cómo se ve desde Washington la crisis del euro en los mercados? ¿Benefician a Estados Unidos todas estas turbulencias?
R. Más allá de lo que pueda o no beneficiar a Estados Unidos, los mercados actúan de forma independiente y nada tienen que ver con nuestra política comercial. Lo que sí es cierto es que, para EE UU, una Europa fuerte, sólida y recuperada de esta crisis económica es vital y, al igual que EE UU muestra los primeros indicios de recuperación, estoy seguro de que Europa y, particularmente España, también saldrán de la crisis en poco tiempo.
P. ¿Es la recuperación económica de EE UU un hecho?
R. Yo creo que sí. Lejos de cualquier interpretación, las evidencias son inequívocas. Hemos visto indicadores que ya muestran que se ha parado la sangría en cuanto a desempleo en Estados Unidos. Hemos visto cómo los precios de las propiedades han tocado fondo y empiezan a subir otra vez... Lo que no sabemos es si la recuperación va a ser acelerada o lenta. Estamos viendo los resultados del plan de estímulo económico, que ha salvado a EE UU y que ha requerido mucha valentía política por parte de Obama.
P. Pero la popularidad del presidente se ha resentido...
R. Sí. Ha pasado de tener un índice de popularidad del 68% hasta el actual del 46%. Ha costado más de 20 puntos, pero Obama lo ha dicho claramente: "Voy a gobernar pensando en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones, y si pierdo, que así sea, pero aquí estamos para llevar a cabo una serie de cambios profundos en la economía y en la sociedad de EE UU".
P. ¿Sigue viva la revolución verde que prometió Obama?
R. Más que nunca. Jamás se ha invertido tanto dinero en tan poco tiempo en un solo sector de la economía estadounidense. En 2008, el presupuesto del presidente Bush para fomentar el desarrollo de la energía renovable fue de 1.200 millones de dólares, una cantidad simbólica si se tiene en cuenta la magnitud del presupuesto de Estados Unidos. Obama ha pasado de esos 1.200 a 15.000 millones anuales durante los próximos diez años. Serán 150.000 millones de dólares en la próxima década.
P. ¿Cómo se han beneficiado y cómo pueden seguir beneficiándose las empresas españolas del apoyo a las energías renovables en Estados Unidos?
R. Para Estados Unidos, España es un referente en cuanto a energías renovables, eficiencia energética y tecnologías verdes, tres sectores a los que yo añadiría la alta velocidad y la gestión de infraestructuras. España es hoy el décimo inversor extranjero en EE UU y el número uno en el sector de las energías renovables. Quizá la asignatura pendiente para España es hacer que la pequeña y mediana empresa española también participe en el desembarco en EE UU. Abengoa ha construido en Arizona la mayor planta termosolar del mundo; Acciona construye dos de similar tamaño en el desierto de Nevada y en el desierto de California. Gamesa es la segunda empresa eólica en EE UU, Iberdrola acaba de comprar Energy East y se ha convertido en la mayor empresa de renovables del mundo. Lo que queremos nosotros es que haya cierta bidireccionalidad: las empresas estadounidenses tienen mucho interés en participar en las oportunidades que ofrece ese sector tanto en España como en Europa.
P. ¿Cómo piensa Estados Unidos reducir su dependencia del petróleo extranjero?
R. Es una prioridad estratégica de EE UU acabar con la adicción a los combustibles fósiles. Estamos pidiendo prestados miles de millones de dólares a China para comprar millones de toneladas de barriles de petróleo, pagar ese dinero a países terceros y quedarnos con millones de toneladas de C02. Mal planteamiento. En estos momentos hay tres grandes crisis en el mundo: la crisis climática, la económica y la de seguridad, esta última relacionada con las redes mafiosas, el narcotráfico y, por supuesto, el terrorismo. Las tres están vinculadas. Si logramos buscar una solución a la crisis del cambio climático apostando por una recuperación económica que se base en la sostenibilidad como ventaja competitiva, crearemos un empleo de mayor calidad que no se vaya a China y a la India, y al mismo tiempo estaremos acabando con la dependencia energética, que hace que miles de millones de dólares terminen financiando a muchas de estas redes internacionales que afectan a la seguridad de EE UU y de Europa. ¿Qué estamos haciendo? De aquí a 2025, las energías limpias pasarán de ser un 6% a un 25% del consumo energético de EE UU.
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