"Tenía la medalla"

Pudieron ser los Juegos de la gloria con sólo 20 años y los recordará toda su vida como un desastre. Queralt Castellet pasó del cielo al infierno en apenas una hora. Del sueño a la pesadilla. La española se metió directamente en la final del half-pipe del snowboard de Vancouver tras confirmar en una primera manga espléndida su calidad en la élite. Pero cuando se entrenaba para luchar por las medallas se cayó de espaldas, sufrió un fuerte golpe en la cabeza y quedó inconsciente. No pareció uno de los muchos trastazos que se dan los practicantes de este deporte y de los que se levantan sonriendo. El sueño olímpico se esfumó.

"Fue una gran ronda", dijo Queralt sobre su clasificación para la final. "Lo que peor me sabe es que ya tenía la medalla en la mano". Una vez atendida en el centro médico de urgencia de la pista, precaución habitual al tratarse de un traumatismo craneoencefálico, tuvo que ser trasladada al hospital, donde quedó en observación. Tras las 24 horas de rigor salió sin problemas. Ella hubiera querido competir, pero hasta su padre le convenció. Cuando le dijo que ya había pasado el tiempo para participar le salió el inglés: "¡Fucking!". "Tiene rabia comprimida", resumió su padre.

Queralt falló el segundo ejercicio de los dos que permite esta modalidad, pero ya no importó porque sólo sirve la mejor nota. Los 44,3 puntos del primero la habían colocado en un esperanzador tercer lugar, un teórico bronce, entre las seis mejores participantes que no necesitaban pasar la barrera de las semifinales.

La joven y pequeña española de 20 años, 1,56 metros y 52 kilos, se fue a preparar para las dos mangas que podían ser decisivas en su carrera. Tenía tres horas de margen sin aprobar más examen que el decisivo. No pasó de ahí.

Sólo la australiana Torah Bright, mormona que vive en Utah, quinta en los Juegos de Turín 2006, y que ganaría el oro, sacó mejor puntuación que ella, pero necesitó el segundo ejercicio para sumar 45,8 puntos. Superó los 45,4 que había conseguido en la primera manga la estadounidense Kelly Clark, oro en Salt Lake City 2002 y que acababa de ganar los X Games, los grandes Mundiales de los deportes extremos. Luego fue bronce en Vancouver. Queralt estaba incluso delante de otras dos estadounidenses, oro y bronce en Turín 2006, Hannah Tetter y Gretchen Bleiler. No podía pedir más. La esperanza de medalla era más que fundada. Tetter sería plata después con menos puntuación que la española. Queralt dejó nuevamente boquiabiertos a los especialistas con su manga inicial. Clavó los cuatro saltos tras las rotaciones y giros, y así pudo mantener la velocidad suficiente en las transiciones para elevarse mucho por encima de los bordes de 6,50 metros que tiene el medio tubo sobre el que se desarrolla la competición. En su segunda manga, puntuada ya sólo con 19,9, no aterrizó bien en el segundo salto, lo que la frenó e impidió coger altura para los siguientes. En el último, incluso cayó ligeramente de lado. Fue una mala premonición. La peor caída sería después.

Castellet, una niña de 16 años en 2006, ya apuntaba maneras entonces. Compitió en Turín muy dignamente, y aunque acabó en un puesto medio, 26º, fue sorprendente para una debutante. La progresión de la gimnasta reconvertida al snowboard no había hecho más que empezar. Fue sexta el año pasado en el Mundial de Ganwon (Corea del Sur). Ahora, pasó las Navidades por primera vez fuera de casa porque desde finales de noviembre se entrenó en Estados Unidos. Los resultados estaban a la vista, pero todo se frustró. El filo de la navaja del snowboard y los deportes extremos es muy fino. Demasiado.

CAMPEONES. Patinaje artístico masculino. Evan Lysacek (EEUU) LA JORNADA DE HOY (La 2, Teledeporte y Eurosport): 19.00: Esquí. Supergigante femenino. 21.30: Saltos (trampolín largo). 22.30: Esquí de fondo. 30 km persecución masculina. 1.15: Patinaje de velocidad. 1.500 m masculino. 4.51: Patinaje de velocidad (pista corta). 1.500 m femenino. 5.05: Patinaje de velocidad (pista corta). 1000 m masculino.