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Entrevista:LIBROS / Entrevista

Las vidas imaginadas de Catherine Cusset

Hay inmigrantes que no lo son. O no sienten que lo sean. En Nueva York ocurre a menudo, sobre todo cuando se trata de europeos, gente que no se ve obligada a irse de su país por razones políticas o económicas sino que simplemente decidió cambiar de contexto movida por la curiosidad y finalmente acabó formando parte del tejido de felices desarraigados que también integran Nueva York. La escritora francesa Catherine Cusset (París, 1963) pertenece a este género, al igual que Marie, su álter ego en la novela Las vidas de Lenush. En cambio, en la definición tradicional de emigrante, está Elena Tiberescu, la protagonista de ese libro, con el que ganó el año pasado el Premio Goncourt de los liceos franceses.

"La primera impresión es pensar 'qué aburrido, tu suegra'. Pero la realidad es que todos tenemos una suegra y no es un vínculo precisamente fácil"
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Primeras páginas de 'Las vidas de Lenush', de Catherine Cusset

"Es una novela que surgió precisamente porque llevo veinte años en esta ciudad pero no me siento como una inmigrante, sigo siendo muy francesa y quería entender cómo es la vida de una inmigrante real, de alguien que decide dejarlo atrás todo y empezar una vida nueva sin conexiones con la anterior". Cusset lo explica desde la comodidad soleada del elegante loft en el que vive en el barrio de Tribeca, lejos de esos apartamentos donde en el mismo momento probablemente miles de inmigrantes de otra condición se hacinen en espacios minúsculos en barrios como Queens. Consciente de su situación de privilegiada, Cusset quiso indagar en el pasado de una mujer que tenía muy cerca y de la que, sin embargo, estuvo emocionalmente muy alejada durante años. "Es un libro basado en la historia de la familia de mi marido y, concretamente, en mi suegra. Ella emigró desde Rumania, huyendo del Gobierno de Ceausescu y en cierto modo también de su familia. Estados Unidos representaba el futuro, sobre todo para su hijo, un futuro brillante (Un brillant avenir, título original en francés de su libro) que de repente se vio amenazado ante la aparición de una mujer francesa de la que su hijo se enamoró". Esa mujer es ella misma, aunque Las vidas de Lenush no puede considerarse una memoria personal "porque en ella también me he imaginado muchas cosas".

El esqueleto de la novela es la vida de Elena desde su infancia en un pueblo de Rumania hasta la muerte de su marido en Nueva York, aunque en el fondo a Cusset lo que más le interesaba era analizar la evolución de la relación entre Marie y su suegra. "Sé que la primera impresión es pensar 'qué aburrido, tu suegra'. Pero la realidad es que todos tenemos una suegra y no es un vínculo precisamente fácil. A mí me atrae escribir sobre las relaciones familiares porque me interesa todo aquello de lo que no se puede hablar y creo que la falta de comunicación es una de ellas. Me interesa el dolor, en todas sus formas, y cuando se habla de familia es inevitable hablar de dolor. En el fondo en la historia de Elena hay esa voluntad por dejar atrás todo aquello que la hizo sufrir en el pasado, pero eso es una ilusión, es imposible dejar de ser hijos o padres. El pasado siempre nos perseguirá".

Cusset entrevistó varias veces a su suegra, aunque inicialmente no pensaba en escribir una novela. "Su marido acababa de morir y yo quería preservar su historia para que mi hija pudiera saber quién fue y cómo vivió su abuelo. Al mismo tiempo yo estaba escribiendo reflexiones sobre mi vida en Nueva York, mi pareja, y poco a poco ambas cosas se fueron cruzando".

"En esta ciudad hay soledad social. Se trabaja demasiado. Se vive para trabajar. No sé si es parte de la educación puritana o si está relacionado con el hecho de que es un país de inmigrantes y en la vida de un inmigrante el trabajo es fundamental. Por eso también quise explorar ese contraste en el libro. Marie observa la vida de Elena y siente que su suegra está demasiado sola. Eso ocurre mucho aquí, salir a cenar supone un esfuerzo, un trabajo. En Francia estar con amigos es una forma de relajarse, no es algo que suponga un sacrificio. Son dos maneras diferentes de entender la vida social y tengo que admitir que a mí me ha costado adaptarme a la estadounidense".

El contraste y los enfrentamientos velados pero profundos entre Marie y Elena, que acaban transformándose en afecto y respeto, están descritos por Cusset con especial sutileza, sin demasiadas palabras, con el vocabulario justo para hacer diana y pellizcar el corazón del lector. "Cuando se escribe sobre sentimientos no se pueden nombrar, una palabra errónea puede destrozar lo que intentas transmitir, por eso intento ser sencilla y directa cuando escribo". Y pone como ejemplo otro de sus libros, Jouir (eyacular), "un libro muy pequeño en el que todo gira en torno al sexo y en el que no se menciona ni un solo sentimiento. Sin embargo, yo lo considero un libro profundamente emocional, aunque haya críticos que no lo hayan entendido".

Esta parisiense llegó a Estados Unidos hace ya dos décadas tras estudiar literatura francesa del XVIII y especializarse en la novela libertina de aquella época. Al poco tiempo consiguió trabajo como profesora en la Universidad de Yale. Fue allí donde comenzó a escribir y fue aquel trabajo el que le inspiró uno de sus libros más populares, Le problème avec Jane, en el que se describen las experiencias de una profesora de francés en una prestigiosa universidad estadounidense. "No se trata de memorias o novelas autobiográficas, pero es cierto que utilizo mis propias experiencias para explorar diferentes pulsiones humanas. También he escrito un libro sobre el dinero, titulado Confessions d'une radine, con el que traté de entender el porqué de ese instinto que te lleva a no gastar dinero. ¿Por qué, aun siendo generosa, sientes que tienes que ahorrar?".

La pregunta inevitable es por qué decidió quedarse en Nueva York. "Todos nos quedamos por lo mismo, supongo, porque ésta es la ciudad en la que ocurren las cosas y en la que te puedes construir un nombre. Además, como escritora, mirar a mi país desde la distancia me sirve mucho". -

Las vidas de Lenush. Catherine Cusset. Traducción de Susana Rodríguez-Vida. El Aleph. Barcelona, 2010. 336 páginas. 20 euros.

La escritora Catherine Cusset (París, 1963) ganó el año pasado el Premio Goncourt de los liceos franceses con<i> Las vidas de Lenush. </i>
La escritora Catherine Cusset (París, 1963) ganó el año pasado el Premio Goncourt de los liceos franceses con Las vidas de Lenush.

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