Los chicos de Cantet

Esta noche son los Goya, y mañana Navidad... para quien haya ganado. Porque a los perdedores se les quedará cara de palo o se lo tomarán con cierta ironía. Otros tienen más cuajo. El francés Laurent Cantet es uno de ellos. Con La clase ganó la Palma de Oro, pero perdió el Oscar. Y en unas horas sabrá si a la ristra de premios que logró con su falso documental sobre el día a día en un instituto se sumará el Goya a la mejor película europea.

Ocurra lo que ocurra, Cantet estará mañana lunes en la Academia de Cine (Zurbano, 3) en la proyección de La clase (entrada gratis, a las 19.00) y participará en el coloquio posterior. Una ocasión de oro para conocer a uno de los más grandes cineastas actuales europeos.

Y gran analista. No hay mejor filme para pensar en la pérdida de criterio vital que El empleo de los tiempos. Ahora que Haití sufre, ahí está Hacia el Sur, sobre el Haití de los franceses, de la pobreza y del racismo. Y La clase ilustra la vida de los barrios periféricos de las ciudades francesas, la mezcolanza étnica de los alumnos, la desilusión de los maestros. Durante nueve meses Cantet grabó su película con chicos que hicieron su debut como actores. Pocos artistas tienen garra para la verdad. La del francés es de acero.