La otra cara de Barça y Madrid

Tan reputados por lo fino, no se repara en lo grueso del Barcelona y el Madrid, armados con una sobriedad defensiva no siempre valorada. Iker Casillas ya no precisa ser el ángel de la guarda de otras temporadas. Tiene menos focos que nunca, buena señal para el Madrid, con una línea defensiva en la que, pese a la falta de Pepe, crece Arbeloa y se asientan con extraordinaria madurez Garay y Sergio Ramos. Albiol es un valor seguro desde comienzos del curso. En el Barça, su firmeza defensiva es otra muesca de su magnífico rendimiento. El equipo se arriesga, pero no se destapa como en aquellos tiempos del dream team. El equipo de Pep Guardiola ha encajado en la Liga una media de 0,5 goles por partido. El promedio del Madrid también es asombroso: 0,7. Víctor Valdés, como Casillas, sólo resulta relevante en momentos puntuales. Se observó de nuevo en esta última jornada. Ninguno de los dos gigantes ofreció su mejor versión, pero el Getafe y el Espanyol apenas les resultaron inquietantes. Para deleite del fútbol español, no es que se haya producido una repentina italianización azulgrana y madridista. Los dos anidan en campo contrario. Una costumbre en el Barça, un síntoma del Madrid de Manuel Pellegrini, que ya no es el contragolpeador de las últimas temporadas. Hoy encauza su juego en terreno ajeno.

Entre los dos equipos aportan la base que defenderá a España en Suráfrica: Ramos, Albiol, Puyol y Piqué son fijos. Como Casillas, un peaje excesivo hasta para un pletórico Valdés. Su exilio únicamente obedece a las dudas que despierta en los seleccionadores cómo llevaría el barcelonista su condena al banquillo. Salvo circunstancias excepcionales, los porteros suplentes -y qué decir ya del tercero en liza- son los principales aguadores en un gran campeonato. Con Valdés a la sombra de Casillas podría abrirse otro debate Madrid-Barça, en este caso tan innecesario como desestabilizador para una selección de convivencia ejemplar. En un país con tantas sensibilidades no conviene alterar el ecosistema. Como tampoco lo hacen el Barça y el Madrid, que funcionan con naturalidad en las dos direcciones. Por ello, no es superficial que el Barça pierda a Alves, Piqué y Márquez para su visita del domingo al Calderón, escenario lleno de sobresaltos para los azulgrana. También lesionado, Touré tampoco será un defensa postizo. Y en una jornada significativa: el Barça jugará al día siguiente de que el Madrid haya visitado al colista. El Xerez sólo ha sido capaz de sumar dos triunfos en 21 jornadas.

Pese al repunte de la semana anterior ante el Mallorca, el equipo de Gorosito cayó ayer en San Mamés (3-2). El Athletic se mantiene en una pelea que no se esperaba. Hoy pertenece al selecto grupo que persigue al Barça, el Madrid y el Valencia y que se disputa una plaza para la Liga de Campeones. Entre el Mallorca, que ganó al nuevo Villarreal de Garrido y es el que ahora la tiene, y el Athletic sólo hay cuatro puntos de distancia. Entre medias, el Sevilla, otra vez irregular, que sucumbió en Zaragoza (2-1), y el Depor, que empató en Málaga (0-0). Como su vecino malagueño, también el Almería se aleja del descenso tras derrotar al Sporting (3-1). Lo contrario que el Tenerife, anclado en el pozo (perdió 1-0 en Pamplona). Racing y Atlético están a otra cosa. Se vieron de nuevo, esta vez en Liga, un paréntesis de la Copa que les volverá a medir el jueves. En Santander sueñan con la remontada; en el Atlético, con la final. En Liga, pocos sueños tienen ambos.