El PP apela a la campaña electoral para obviar errores
La presidenta cree que Madrid es la clave del combate político
Después de las meteduras de pata a micrófono abierto, el enfrentamiento con el vicealcalde Manuel Cobo y la reactivación judicial del caso de los espías, toca cambiar el paso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que también preside el PP regional, escenificó ayer ante los suyos que los populares de Madrid están ya en otra cosa. Fue en la reunión del Comité Ejecutivo Regional, a la que no acudieron el ex diputado nacional Manuel Pizarro, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, y tampoco el vicealcalde, Manuel Cobo, suspendido de militancia.
Aguirre hizo un discurso muy duro, centrado en la gestión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que desglosó las que considera "equivocadas y contumaces iniciativas" del presidente para superar la crisis. "El paro es el único efecto ZP", concluyó.
La presidenta dijo que Madrid será la "clave del combate político nacional", ya que las elecciones autonómicas y municipales de 2011 darán pistas del apoyo a los socialistas en las generales del año siguiente. "El interés de los socialistas en denostarnos es máximo", justificó. "Por eso nos atacan. Preparaos para el año electoral de 2010", avisó a los altos cargos de su partido, a los que anunció que maneja encuestas optimistas: "Hoy mantendríamos, y superaríamos, el récord de 2007". Entonces, el PP superó en 20 puntos a los socialistas.
El propósito de Aguirre era achicar al adversario y animar a los suyos, después de que haya vivido su peor año político, con crisis como el espionaje, el caso Gürtel, o el enfrentamiento con Rajoy.
Tras sus palabras, sólo hubo una pregunta. Fue la del concejal del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Martínez Vidal, que preguntó si, cuando el Comité de Garantías sancione a Manuel Cobo, seguirá como portavoz municipal. El edil aguirrista asegura que las normas internas del PP de Madrid obligan a expulsar del grupo municipal a quien esté suspendido de militancia. "He preguntado si íbamos a dedicar una sesión a hablar de este asunto", afirmó Martínez Vidal.
Pero Aguirre no quería que se le fueran al traste sus intenciones de cambiar el paso. Y lo cortó en seco. Puesto que no hay sanción, le dijo, la pregunta no era pertinente.
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