Ripoll rompe el pacto del agua con el PSPV al rescatar el trasvase del Ebro

El pacto del agua sellado en 2008 entre los dos grupos políticos de la Diputación de Alicante (PP, en el gobierno, y PSPV, en la oposición) saltó ayer por los aires. La espoleta ha sido la pretensión del presidente de la institución, José Joaquín Ripoll, de incluir en una moción en defensa del trasvase Tajo-Segura una referencia al derogado del Ebro. "Es una iniciativa fuera de lugar, que no responde a los intereses de la provincia de Alicante en materia del agua, sino a fines partidistas del PP y presiones de sus dirigentes nacionales, entre ellos, la secretaria general, María Dolores de Cospedal", dijo Antonio Amorós, portavoz del Grupo Socialista.

PP y PSPV oficializaron su sintonía en el tema del agua en julio de 2008, cuando suscribieron el denominado decálogo del agua de la provincia de Alicante. El documento recogía la defensa del trasvase Tajo-Segura y del plan de desalinización del Gobierno, pero no hacía referencia al trasvase del Ebro.

A propósito del próximo pleno de la corporación provincial, su titular, José Joaquín Ripoll, planteó ayer a los socialistas reeditar el pacto con una nueva moción de apoyo al Tajo-Segura. No obstante, en su propuesta Ripoll incluyó la defensa del trasvase de Ebro. Este último aspecto es el principal caballo de batalla del presidente del Consell, Francisco Camps, en su demanda frente al Ejecutivo socialista.

Pese al rechazo inicial del Grupo Socialista, Ripoll no descartó la posibilidad de un acuerdo final. "Trabajaremos par ver si se consigue el acuerdo, sin dejar de defender el trasvase del Ebro, con la relevancia que tiene que tener el Gobierno de España", dijo. "El presidente del Gobierno no puede estar esperando a que la Comunidad Valenciana, Murcia y la Castilla-La Mancha se pongan de acuerdo y que él pase de rositas", añadió. Amorós recalcó que no habrá acuerdo, "si Ripoll insiste en rescatar el trasvase del Ebro".