Habemus 'homo novus'

El enésimo guiño al enunciado del "hombre nuevo" ha protagonizado la primera jornada de la Semana de la Moda de Valencia. ¡Glups! Desengañémonos los que aún nos tenemos que desengañar: esta película ya la hemos visto. Que si el nuevo hombre se autodescubre, que si es espontáneo y creativo, que si vive el aquí y ahora, que si trasciende las barreras de la raza, género, y bla, bla, bla. Filosofía de bolsillo, esto es el eterno retorno, nene. Por aquí abajo, en la autoproclamada "segunda pasarela de España", tres diseñadores con vocación generalizadora presentaron colecciones en las que no sólo salían prendas, sino premisas, teoremas y axiomas diversos. Alejandro Sáez de la Torre abrió la tarde con la colección Reconfrontación. Sus hombres, nada contestatarios, se arropan con abrigos en tonos metacrilatos, y golpes de madera en punto. Interesantes las aplicaciones gráficas que recuerdan a la abstracción posmoderna de Luis Gordillo. A continuación, José Zambrano presentó una colección tan contemporánea que hacía castañear los dientes. Sus propuestas descargaban una corriente eléctrica que subía directa al bulbo raquídeo de los espectadores, posándose luego en la cisura de Rolando del lóbulo parietal, que es donde se asientan las emociones. Ahí están los toques de su estética personal: Invicta ropa de sport amena y (ahora más) elegante, en tonos grises y negros y con un subtexto homófilo, y steampunk, manejado con destreza y sentido del humor. Excelente.

Miquel Suay rescata la estética punk de baja intensidad. En su revisitación contemporánea, una vez envasada y comercializada, el punk de Suay pierde agresividad para ganar en desinfección. Pink Floyd berrea su "all in all you're just another brick in the wall". Sin esa música y ese estilismo no hay momento. Y sin una sucesión de momentos, no hay emoción, ni colección. Contrastes de texturas y piezas superpuestas. De nuevo el gris y el negro interpretan las prendas. Los hombres de Retal Reciclaje Creativo, ganadores de la Zona D junto a Georgina Vendrell, se recrean en el universo onírico (y algo humorístico y mediterráneo) de Federico Fellini. Domina el blanco roto de las sábanas hechas camisas, las mangas extremas y los cuellos oversizes. Más que 8 1/2, una colección sobresaliente. Unos diseñadores que piden a gritos ya su inclusión en la primera división. Por la noche, en el desfile colectivo Modakaos, brilló con oscuridad propia la creación del diseñador de origen búlgaro Dragomir Stoiko, Amor en Mauthausen. Cortes rectos y limpios de sabor geométrico que se dejan influenciar por los códigos de vestir femenino, preconizando "otro" nuevo hombre. Pues eso.