El Getafe ya sabe lo que es el empate

En un partido al que el marcador no hizo justicia y que bien mereció un puñado de goles, el Racing rascó un meritorio punto en Getafe, donde apeló a la épica y al respeto que ya infunde Canales para salvar un compromiso que se le puso patas arriba con la expulsión de Moratón apenas iniciada la segunda parte. El cuadro de Míchel, un torbellino que dominó de principio a fin, pero a ratos alocado, no redondeó la faena porque a Soldado le pudo la ansiedad. El matador, que las tuvo de todos los colores, fue una escopeta de feria: de tanto ajustar la mirilla, mandó una decena de remates fuera. Más cerca lo tuvieron Rafa, que cabeceó al travesaño en un saque de esquina, o Pedro León, que tuvo en sus botas la victoria en el descuento, cuando, solo ante Coltorti, se llenó de balón y tiró desviado. No fue el día del interior de moda, que no podrá lucirse el sábado en el Camp Nou al ver la quinta tarjeta amarilla.

El Racing superó el trago porque, pese a no ser especialmente creativo, sus delanteros tienen su miga. Aunque no marcaron, Tchité y Geijo se las ingeniaron para fabricarse las mejores ocasiones. Especialmente el suizo, que obligó a Codina a lucirse en un remate de cabeza. Eso y la amenaza de un pujante Canales, que lanzó un par de contraataques, intimidaron al cuadro de Míchel lo suficiente para que se guardara la espaldas y no se echase al monte.

Así, en una cita que le supo a poco, un Getafe sin medias tintas, que ganaba o perdía, igualó su primer partido de la temporada ante un Racing confiado que le dio más guerra con diez jugadores -ya se le atragantaron con uno menos el Madrid, el Deportivo y el Villarreal- que con once. El antecedente era del Sporting, que el curso pasado no empató hasta la 34ª jornada.