Mal trago financiero para Panrico

El fondo de inversión Apax Partners compró en verano de 2005 el grupo de alimentación Panrico, tras una dura puja, por una cifra cercana a los 900 millones de euros, que incluía una deuda de 125 millones. Aquélla fue la valoración, en plena época de bonanza económica y voraz apetito del capital riesgo por el sector de la alimentación, de una multinacional familiar catalana con marcas de solera (los populares Donuts y Bollycao) que había facturado un total de 566 millones el año anterior. El objetivo era alcanzar los 1.000 millones de negocio en 2010 y realizar adquisiciones en el sector.

Casi cinco años después, el presente del mercado y de sus números es algo más complicado para la compañía. El fabricante de pan y bollería ha empezado a negociar con la banca un waiver o dispensa temporal para pactar los nuevos términos del pago de su deuda de 576 millones de euros. Sus últimos resultados económicos presentados en el Registro Mercantil, de 2008, arrojan unos números rojos de 5,8 millones de euros, con unas ventas por valor de 645,5 millones, aún lejos del objetivo marcado para el próximo ejercicio.

El fabricante de Donut y Bollycao perdió casi seis millones en 2008

La compañía cerró el año 2008 con pérdidas de 5,8 millones

Además, según figura en estas cuentas, unos préstamos participativos concedidos por Apax por valor de 179,5 millones permiten situar el patrimonio neto en 81,3 millones, ya que la ley permite considerar los préstamos participativos como patrimonio contable a efectos mercantiles.

La estrategia de compras que se propuso impulsar Joan Cornudella (hoy incorporado a otra empresa del sector, Agrolimen) sólo ha cristalizado en la compra, en 2008, del negocio de galletas Artiach, del grupo Kraft, que hizo necesaria una línea de crédito de 60 millones de euros (las cuentas de Panrico hablan de un importe pagado por 58 millones). Apax Partners, no obstante, sí compró el año pasado la compañía de bollería aragonesa La Bella Easo.

El encargado de pilotar esta nueva etapa es César Bardají, que curiosamente trabajaba para Agrolimen como consejero delegado de Gallina Blanca Star hasta que Panrico, cuando Cornudella se fue a Agrolimen, le fichó el pasado diciembre.

Esta semana, el comentario de Panrico a su discusión con la banca se redujo a que "lo que se está negociando en este momento es un waiver, que es el plazo de tiempo que se conceden empresas y entidades financieras para discutir los términos de la deuda", que, según explica la empresa, está "muy repartida entre más de 100 entidades financieras".

El préstamo sindicado firmado en 2006 por importe original de 792 millones (aunque estaban pendientes 564 millones a 31 de diciembre de 2008) y del crédito de 60 millones por la compra de Kraft tiene como garantía prendaria la totalidad de las participaciones y acciones de la sociedad.

La andadura de Panrico en manos de nuevo propietario después del año 2005 ha afrontado una dura recesión económica en España, con una severa caída del consumo, justo cuando el grupo había decidido centrar su crecimiento en el mercado interior. La compañía, fundada por las familias Rivera y Costafreda, vendió en 2005 sus fábricas de China y Grecia, y desmanteló su red de exportaciones para replegarse en la península Ibérica. El negocio en España también sufrió una reestructuración, que supuso prejubilaciones, despidos, la venta de instalaciones y el cierre de su factoría de Villaverde, en Madrid, entre otras medidas.

La industria alimentaria española ha conseguido crecer en plena crisis, según da cuenta el último ejercicio cerrado de 2008. Las ventas netas ascendieron a 83.204 millones, con un aumento del 1,4% y, descontando el efecto de la inflación, del 1,3%, según la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). Las exportaciones también mejoraron, con un aumento del 9,59%.

El mercado está ahí. Y su cartera de marcas populares, también. El objetivo del grupo era seguir creciendo con nuevas adquisiciones, tras la compra del negocio galletero de Kraft y con el lanzamiento de nuevos productos la compañía afrontaría la desaceleración de los mercados y la caída del consumo con nuevos productos (la compañía comunica continuamente innovaciones en sus productos), además de salir a Bolsa a medio plazo. Primero tendrá que conseguir un respiro de los bancos.