Cortejo nupcial entre gestoras
La crisis abre la puerta a la concentración en la industria de la inversión colectiva
La industria de la inversión colectiva afronta un periodo que se prevé trufado de matrimonios. Las bodas, aunque se consumarán en la intimidad de un despacho, afectarán a más de 5,6 millones de invitados: los ahorradores españoles con participaciones en fondos de inversión. La mayoría de los enlaces no serán por amor, sino por conveniencia, por pura necesidad. La crisis económica fuerza a juntar dotes como única vía para sobrevivir. El tamaño se presume vital en un contexto donde en los últimos tres años las gestoras han visto cómo más de tres millones de clientes cerraban sus cuentas y el patrimonio que gestionaban caía un 36% al pasar de 254.322 millones de euros a sólo 162.566 millones.
La reordenación del mapa de cajas acelerará el proceso de concentración
El cliente empieza a confiar más en el valor añadido de las gestoras pequeñas
El tamaño es un aspecto clave para capear la huida de clientes
Se prevé que las sinergias por las fusiones traigan menores comisiones
Los primeros pasos en la concentración del sector ya han comenzado. A comienzos de 2010, Gestifonsa, la gestora de fondos del Banco Caminos, anunció la adquisición de un 35% del capital de su rival Gesconsult. En cuatro años, según el acuerdo, la participación irá en aumento hasta llegar al cien por cien. Esta operación se suma a otras similares realizadas en 2009, como la entrada del banco suizo Mirabaud en el capital de Venture Finanzas o la compra del 50% de la gestora de Nmas 1 por parte del grupo Syz.
"En un periodo de crisis como el actual se necesita tener un determinado tamaño para sobrevivir. Los márgenes se reducen porque la competencia es alta y resulta muy difícil captar inversores", explica Paula Mercado, directora de análisis de la empresa de servicios financieros VDOS Stochastics. "Las fusiones generan sinergias, ajustes de costes y mayor eficiencia", añade.
Mientras que la demanda de fondos de inversión ha sufrido un claro retroceso en los últimos tres años (retroceso acelerado por las propias entidades financieras, que se han volcado en vender depósitos para reforzar sus balances), la oferta no se ha contraído, ni mucho menos, a la misma velocidad. En España hay registradas 120 gestoras de inversión colectiva y la oferta de fondos supera los 2.800 productos.
"En todo el mundo hay un claro proceso de concentración. El negocio de esta industria está en la distribución y no en la gestión. Para minimizar los costes sólo cabe administrar un gran patrimonio", indica Marcelo Casadejús, director de marketing de Ahorro Corporación. "En España, la mayoría de las gestoras tienen un patrimonio por debajo de los 90 millones de euros y así es muy difícil alcanzar la rentabilidad". Casadejús fija en 3.000 millones de patrimonio bajo gestión el umbral a partir del cual una gestora puede ser rentable "de verdad".
El mercado de fondos de inversión en España sigue dominado por los grandes grupos financieros. Entre las gestoras de los dos grandes bancos (BBVA y Banco Santander) y las de las dos principales cajas (La Caixa y
Caja Madrid) gestionan el 50% del patrimonio total de la industria. Sin embargo, los ahorradores parece que empiezan a confiar cada vez más en las gestoras de tamaño medio y pequeño, que poco a poco les van robando cuota de mercado a las grandes. De hecho, entre las sociedades que más aumentaron el patrimonio bajo gestión en 2009, la mayoría son firmas de independientes. Entre las entidades de mayor tamaño las que mejor lo hicieron fueron La Caixa e
Ibercaja.
"En mi opinión, no sobran los pequeños jugadores de la industria, sino gestoras que no aporten valor a sus clientes. En este negocio hay muchos actores grandes con fondos referenciados a índices, pero cuyas comisiones no son precisamente de gestión pasiva", comenta Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim, firma especializada en la selección de fondos. "Los grandes grupos van a seguir porque cuentan con una gran red de oficinas. Sin embargo, ya nada será como antes. Hay nuevos formatos para comercializar los fondos y se premiará a aquellos que aporten especialización y valor añadido al partícipe", añade Alvargonzález.
La política de compras emprendida por el Banco Santander en los últimos años llevó a la entidad a plantearse en 2008 la venta de algunas áreas de negocio que no consideraba estratégicas, entre las que se encontraba su gestora. La idea del banco era desprenderse de la fábrica de productos (donde se diseñan y gestionan) y quedarse con la red de distribución (oficinas y clientes). La operación, sin embargo, no llegó a concretarse, aunque fuentes del mercado no descartan que el Santander vuelva a desempolvar el proyecto en el futuro.
Gestiohna ha publicado un informe donde trata de identificar cuáles son las tendencias globales en la industria. En opinión de los expertos, los bancos minoristas irán abandonando la gestión de activos, ya que, en muchos casos, no lo consideran un negocio estratégico a largo plazo, dando como resultado una mayor separación entre la distribución (red comercial) y la creación de productos (gestora de fondos). Esta agencia de valores apuesta por que el futuro pasará por un predominio del modelo multiboutique: muchos especialistas y una única plataforma de distribución.
"Serán aquellas entidades robustas, es decir, las que hayan tenido un mayor músculo financiero o que hayan sabido preservarlo mejor durante la crisis, las que dominarán el mercado. Además, si se trata de entidades con marcas internacionales consolidadas, superarán más fácilmente la desconfianza de los inversores", explican desde Gestiohna.
De forma paralela a este proceso, en el caso del mercado español hay un factor añadido que puede acelerar los movimientos de concentración en el negocio de la gestión de activos: el proceso de restructuración del mapa de cajas de ahorro. La inmensa mayoría de las cajas tienen gestora propia y habrá que ver qué hacen con ella las entidades que se vean involucradas en movimientos de fusión. "Lo lógico es que aquellas cajas que no tengan un tamaño adecuado junten sus áreas de gestión de activos", reconoce Casadejús.
Los expertos consultados coinciden en señalar que los cambios que se avecinan para la industria deberían ser positivos para el cliente. "La concentración de productos persigue lograr sinergias y reducir los costes, lo que se tiene que trasladar al cliente en forma de menores comisiones y una gestión más profesional", argumenta Paula Mercado. Además de la unión de actores dentro del mercado, otro de los cambios que se auguran para el sector es un mayor desarrollo del modelo de arquitectura abierta, algo que en teoría también es bueno para el cliente. "Esta estructura permite cubrir un amplio conjunto de activos de mercado y distintos perfiles de rentabilidad-riesgo, y crea un entorno en el que cada gestora puede dar lo mejor de sí misma", señalan desde Gestiohna.
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