"Somos una banda financieramente sana"

Lee Ranaldo anda preocupado con una crónica que The New York Times dedicó recientemente a su banda. "Los viejos rockeros Sonic Youth" se titulaba. Nadie se siente cómodo con la vejez; tampoco, el guitarrista y cantante de un grupo llamado Juventud Sónica. "La gente entiende que los solistas se hagan mayores, pero no las bandas". La suya está a punto de cumplir 30 años de alineación inalterable (Ranaldo, el matrimonio formado por Kim Gordon y Thurston Moore y el batería Steve Shelley), acaso porque sus miembros, cabales trabajadores del pop, siempre entendieron que su fórmula funciona como una suma de personalidades que acaba mereciendo una matrícula de honor, pero que por separado quedarían relegadas al notable alto.

"Nunca nuestro nombre tuvo que ver con la edad", explicaba Ranaldo a El PAÍS antes de Navidad en un festival inglés. "Uno puede seguir joven a los 70".

Pregunta. ¿Cómo soporta uno trabajar con una pareja durante tres décadas?

Respuesta. Algunos lo encuentran más fácil que otros. Muchos ven en ello una imposibilidad. Para nosotros es un placer.

P. En el catálogo de la muestra escribe que firmaron la banda sonora de una ciudad que ya no existe...

R. El Nueva York de nuestros comienzos era duro y peligroso. Diez años más tarde algunos de nuestros amigos acabaron teniendo éxito y dinero. Robert Longo, Jim Jarmusch, Vincent Gallo...

P. Y Sonic Youth...

R. Yo lo dejaría en que somos una banda financieramente sana, a secas.

P. ¿Cuándo dejaron de preguntarles por el secreto de su éxito para interesarse sobre las claves de su longevidad?

R. No creo que nos consideraran una banda de éxito. Nunca hubo egos en nuestra ecuación.

P. ¿Son sus hijos conscientes de su relevancia cultural?

R. Vagamente. Vienen a los conciertos y notan que suscitamos interés. Una vez aparecimos en los Simpsons, supongo que eso fue definitivo.

P. ¿Se sienten cómodos con la etiqueta de art rock?

R. Nos rompía los nervios. Nos hemos acostumbrado. En el fondo, nos consideramos artistas.

P. ¿Qué debe tener un artista para acabar en la privilegiada posición de ilustrar una portada de Sonic Youth?

R. Estar en el sitio correcto en el momento adecuado.

P. ¿Han cuantificado el efecto en el mercado que algo así tiene?

R. No creo que haya relación directa.

P. Pues la pintura de Gerhard Richter que adorna su disco Daydream nation se vendió el otro día en Londres por 11 millones de libras...

R. Ya. ¿No es asombroso? No tuvimos nada que ver. No pudimos contar con la obra en la exposición.