_
_
_
_
Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Espiritualidad entre naranjos

Pousada de Dom João IV a medio camino entre Badajoz y Évora

Más que vicios, esta pequeña ciudad portuguesa del Alentejo albergó iglesias, palacios, casas solariegas y unos alrededores ubérrimos en naranjos y limoneros. De ahí su nombre: Vila Viçosa, la villa abundante. Uno de sus monumentos históricos, el Real Convento de las Chagas de Cristo, perteneció a la dinastía real de los Bragança desde su fundación, en 1514, aunque no adquirió la preeminencia que se le recuerda hasta la subida al trono de su cuarto monarca, Dom João IV, cuando la corte inmigró a su faldón con la parafernalia correspondiente de bailes, banquetes, bodas, festejos taurinos, representaciones teatrales y demás entretenimientos ducales. En consecuencia, las celdas monjiles abrigaron a todo lujo el sueño de las hijas segundonas que las familias aristócratas de todas las regiones portuguesas enviaban para su bien al amparo de la corte.

Antes de convertirse en pousada, el convento se utilizó como seminario de la archidiócesis. Ya se le intuía al edificio capacidad de alojamiento. El silencio que guardan sus muros invita a la meditación y asegura el reposo. Claro que no cabe descubrir en sus recovecos interiores ninguna propuesta arquitectónica de ensalmo, ni la grandiosidad conceptual de otras pousadas encargadas a grandes artistas portugueses. Ésta mantiene la temática monacal e historicista de la casa, ilustrada con grávidos cortinajes, viguería de madera a la vista, mobiliario de evocación imperio y murales de azulejos que rinden homenaje a los artesanos de la región, como los que se exhiben en la Sala do Capítulo, originales del siglo XIX. A través de los arcos que dibuja el claustro se adivina el goteo acompasado del agua en la fuente, pura seda en la nocturnidad veraniega.

Colchas bordadas

Algo necesitadas de rejuvenecimiento, las habitaciones mantienen su rigor conventual con un mobiliario adusto y sus colchas bordadas en las cuatro esquinas de las camas. Las más contemporáneas ofrecen mayor amplitud y una terraza abierta al exterior. En torno al claustro se alinean las más auténticas, herencia de las celdas monásticas, aunque aderezadas de albornoces, zapatillas de baño y una báscula. El denominado Quarto del Profesor (que lleva el número 111) conserva el viejo torno del convento y un edículo revestido de azulejos. El Quarto del Astrónomo (la número 109) lo preside impertérrito el fresco de Nuestra Señora de la Concepción, patrona de la ciudad.

Y en caso de que produzca fatiga lo barroco, los jardines exteriores invitan a la meditación trascendental con esculturas clásicas, naranjos fragantes y unos canalillos de agua que simbolizan las venas caudalosas de la espiritualidad alentejana.

Patio  de la <i>pousada</i> de Dom João IV, en Portugal.
Patio de la pousada de Dom João IV, en Portugal.

Pousada de dom Joâo IV

PUNTUACIÓN: 7,5

Categoría oficial: sin clasificación oficial. Dirección: Terreiro do Paço. São Bartolomeu/Évora (Alentejo, Portugal). Teléfono: 00 35 12 68 98 07 42. Fax: 00 35 12 68 98 07 47. Internet: www.pousadas.pt. Instalaciones: jardín, piscina, sala de reuniones para 60 personas, salón, bar, restaurante. Habitaciones: 34 dobles, 5 suites.

Servicios: no hay facilidades para discapacitados, no acepta mascotas. Precios: desde 110 euros, IVA y desayuno incluidos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_