Nuevo saque, viejos hábitos

Cuando la noche se cierra sobre Melbourne, terminada la agonía, Rafael Nadal sigue vivo. Ha acabado ya el partido 500 de su carrera. Ha logrado ya el pase a los octavos del Abierto de Australia, donde le espera el croata Ivo Karlovic. Ha ganado ya por 6-4, 6-2, 2-6 y 7-5 su partido al alemán Philippe Kohlschreiber, una bala en cada resto, una piedra en cada saque. Y, aun así, no se siente contento. "Me ha costado entrar mentalmente en el partido", dice con el gesto marcado por 3h 30m de pelea; la cabeza aún en las 15 pelotas de break concedidas y en el esfuerzo hercúleo de lograr que sólo tres fueran convertidas. "No tenía muy claro cómo encarar el punto con mi servicio. Si sacar más flojo o si sacar rápido y que me enviara una bola muy plana. Tenía dudas de cómo empezar el punto. Me estaba restando muy agresivo, muy adelante, muy fuerte, y eso me ponía más presión de lo habitual".

El español junta ahora más los pies para sacar y así golpea más alto

Fue un ejercicio de supervivencia. Kohlschreiber se presentó con la raqueta afilada como un cuchillo. Nadal, con las piernas frías y sus cambios en el servicio. Lo dicen los biomecánicos. Lo confirman las estadísticas. El número dos del mundo busca cosas nuevas con el saque, pero cuando la carretera se empina vuelve a los viejos hábitos, al saque de siempre, menos arriesgado. "A lo largo de los años, el servicio de Nadal ha evolucionado", explica Machar Reid, director de Ciencia Deportiva de la Federación Australiana. "Uno de los cambios más evidentes es el de la posición de sus pies. Sacaba con los dos pies separados, uno detrás de otro, y ahora trae el pie de detrás hacia delante, cerca del que está al frente", añade. "Eso implica una posición de golpeo un poco más alta y que genere más fuerza en dirección vertical. En el caso de Rafa, le permite emplear el tronco de una manera más eficaz. También ha mejorado en la extensión cadera-rodilla y en un uso más pronunciado de la flexión lateral del tronco (rotación de un hombro sobre el otro) y de la extensión-flexión del tronco". Ante la primera bola de break en contra (0-1, 30-40), Nadal disparó un ace a 196 kilómetros por hora. El siguiente punto también lo ganó de saque directo. Con 2-3 y 40-40, lanzó otro ace. Y con 3-4 y 0-30, un cuarto. Para cada situación de riesgo tuvo un buen saque. Para cada buen saque, mucho riesgo. Nadal sumó seis aces, pero con bajos porcentajes de primeros. "Y cuando Nadal tiene problemas, suele volver a los viejos hábitos", suele contar Lleyton Hewitt. En el último set, ya con las "dudas" reconocidas, el español optó en ocasiones por esos viejos hábitos: siendo menos arriesgado con el saque, subió a un 62% de primeros, con picos de hasta 200 kilómetros por hora y una media de 177. En 2010, lleva una media de casi cuatro aces por partido. En 2009, de dos.

"Veo un cambio táctico", argumenta Miguel Crespo, responsable de investigación del departamento de desarrollo de la Federación Internacional de Tenis. "Saca más a la t. Eso significa que no quiere que le abran ángulos. También hace el saque angulado, abierto, para correrse de derecha. Se está apoyando más en el saque".

Nada más acabar el partido, el número dos se reunió en la caseta con Toni Nadal, su tío y mentor. "Tengo que intentar subir el nivel un poquito para aspirar a todo", fue la conclusión del español, que ya conoce su destino: un partido sin peloteos. Unos octavos de final decididos en un puñado de puntos. El pase a cuartos disputado sin ningún ritmo. Espera Karlovic, que lleva más aces que nadie (93) y gana el 86% de los puntos que juega con el primer saque.

Tercera ronda. Hombres. A. Roddick (EE UU)-F. López, 6-7 (4), 6-4, 6-4 y 7-6 (3). J. M. del Potro (Arg.)-F. Mayer (Ale.), 6-3, 0-6, 6-4 y 7-5. A. Murray (R. U.)- F. Serra (Fra.), 7-5, 6-1 y 6-4. Mujeres. N. Petrova (Rus.)- K. Clijsters (Bél.), 6-0 y 6-1. J. Henin (Bél.)- A. Kleybanova (Rus.), 3-6, 6-4 y 6-2. D. Safina (Rus.)-E. Baltacha (R. U.), 6-1 y 6-2. A. Bondarenko (Ucr.)-J. Jankovic (Ser.), 6-2 y 6-3. Y. Wickmayer (Bél.)-S. Errani (It.), 6-1, 6-7 (4) y 6-3.