Los hosteleros defienden ahora la ley antitabaco que atacaron hace tres años

Hace tres años, los hosteleros valencianos salieron a la calle a protestar contra la vigente ley antitabaco antes de que se aprobara, al entender que era "la amenaza más importante" que sufría el sector desde la década de 1980. Contra los muros de la ley del tabaco, guetos no, fue entonces el lema empleado en sus movilizaciones.

Tres años más tarde, el discurso se repite. El futuro que le espera a la hostelería valenciana si, como prevé la ley que prepara el Ministerio de Sanidad, se prohíbe el tabaco en todos los espacios públicos es desolador, según apuntaron ayer sus portavoces. Se cerrarán 4.000 locales que afectarán a 15.000 puestos de trabajo. Las pérdidas económicas ascenderán, según sus cálculos, a 1.200 millones de euros anuales. Habrá una caída de ventas del 7% en restaurantes, de entre el 10% y el 15% en los bares y superior al 15% en los locales de ocio nocturno. Y todo ello "en plena recesión económica" que, siempre según estimaciones propias, lleva un descenso de ventas acumulado del 14% desde 2007. Prohibición total, ruina del sector, reza el eslogan actual. El sector pone de ejemplo Irlanda, donde se ha apostado por la medida que pretende adaptar el Gobierno y, señalan, se han cerrado el 24% de bares entre 2003 y 2007.

En estos tres años, sin embargo, ha habido un cambio de postura importante. Ante la "amenaza" que supone la nueva norma y pese a las opiniones sostenidas hace tres años, el presidente de la confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Gelabert, defiende ahora la ley actual ya que "defiende los derechos del no fumador". "Es una buena ley que se adapta a la realidad social y de la hostelería de nuestro país", sostienen los hosteleros.

¿Sucederá lo mismo cuando se apruebe la nueva ley? ¿Los hosteleros cambiarán de opinión como lo han hecho respecto a la norma anterior? "No es lo mismo", apuntó Gelabert, "hace tres años se consiguió que en locales de hasta 100 metros cuadrados, los propietarios pudieran elegir" si dejaban o no fumar.

En Alicante, los hoteleros tratan de lograr un acuerdo con el Ayuntamiento para que les autorice a modernizar y hacer más cómodas las terrazas de los establecimientos para, entre otros aspectos, servir de refugio de los fumadores ante la ley que se avecina, según el presidente del colectivo, José Francisco Izquierdo.