Errores en un incendio
El incendio de Horta de Sant Joan es en el cual murieron cinco bomberos que debieron refiarse demasiado y que las ráfagas de viento los acabaron de rematar al avivar las llamas. Eso es lo principal, lo malo es que tanto el conseller de Mediombiente como el de Interior certificaron en un informe que el incendio fue debido a un rayo, algo fortuito.
Ahora el juez ha dictado sentencia sobre los culpables de la tragedia: dos jóvenes que dicen que hicieron un fuego en la montaña -sabiendo que está totalmente prohibido- y que además habían trabajado como agentes forestales y voluntarios en la extinción de incendios forestales. Sabían lo que hacían y por lo que se ve hay fotos en las que cogen algunos troncos encendidos y los lanzan a los matorrales. Ahora se les quiere enviar a prisión. Y ahí, ¿qué van a hacer, perder el tiempo? Como castigo propondría que estos pirómanos se dedicaran a replantar extensas zonas afectadas y al menos arreglaran lo que han destrozado. Pero, ¿cuál ha sido la verdadera causa, la aventura de dos locos por el fuego o hay detrás una razón de edificación de alguna futura urbanización que ahora sí que podría construirse? Tardan años para que no se vea el pastel pero al final el suelo de bosque calcinado -que antes era una zona protegida en la que no se podía construir viviendas- se recalifica: ya se pueden edificar y para ello las autoridades han de dar el visto bueno y reciben alguna comisión.
No sé si será el caso pero podría tener toda la pinta, es muy común en toda la franja costera levantina.