Franela y cochazos

En Estados Unidos, el Black Friday (domingo negro) es el día después de Acción de Gracias, jornada que marca el inicio de la locura consumista navideña. Las masas se agolpan a las puertas de los grandes almacenes y las carreteras se colapsan. Hay tiroteos en aparcamientos y cajas registradoras de medio país.

Este año, durante esta jornada, se editaba un disco. Es algo inusual, pero es que ese disco no tenía nada de convencional. Se llama Blakroc y es el fruto de la colaboración entre la banda de blues rock The Black Keys y una pléyade de raperos de primera división como Mos Def, Q-Tip, RZA, Raekwon e incluso el finado Ol'Dirty Bastard. "La idea de salir ese día no fue mía, pero tiene gracia", responde Pat Carney, batería de Black Keys, desde su casa en Akron (Ohio). "La gracia está en que nuestro disco no se vende en esas macrosuperficies, de ahí la idea de que la gente a quien no apetece pegarse de puñetazos en un Toys 'R' Us pueda ir a una tienda de discos independiente y celebrar su domingo negro comprando nuestro disco. Gran idea si alguien aún comprara discos, claro".

"No nos conocían. Por eso fue tan placentero verles adaptarse a nosotros" (Pat Carney)

La verdadera idea detrás de este proyecto parece la de dotar al crossover entre rock y rap de una nueva hoja de ruta en la que se dejen atrás todas las aberraciones acometidas en los últimos 15 años. Damon Dash, propietario del sello Rock-A-Fella y fan de los Black Keys, le sugirió la idea a Carney, quien a su vez tuvo que convencer a su compañero de grupo, Dan Auerbach. "Lo logré prometiéndole que utilizaríamos material analógico y sólo un micrófono", bromea el batería.

Ambos se encerraron en un estudio en Brooklyn durante 11 días. Mientras grababan jams instrumentales, sonó el timbre. "En aquel primer día, el plan era grabar bases y ver qué pasaba. También era importante tratar de que Joel Hamilton, el coproductor [que ha trabajado con artistas tan dispares como Tom Waits, Frank Black y Justin Timberlake], se entendiera con Dan y conmigo. Iba a venir Mos Def a echar un vistazo y ver qué se le ocurría. El resultado fue tan bueno que Damon y Mos empezaron a llamar a colegas para que se acercaran al estudio a rapear. Se nos fue de las manos". Empezaron a desfilar por el estudio tipos como Ludacris. Algunos llegaban con versos escritos; otros, al entrar, le dieron la chaqueta a Pat para que se la guardara. "Tengo la sensación de que yo sabía quiénes eran todos, pero la mayoría no tenía ni idea de los Black Keys. Por eso fue tan placentero verlos adaptarse a nuestra música e incluso a nuestra estética". Al final, Mos Def vestía camisas de franela y Dan y Pat creaban bases a lo Dr. Dre que resultaban casi tan hilarantes como la idea de Q-Tip con barba y gafas de pasta.

El tío carnal del batería es Ralph Craney, saxofonista de jazz habitual de Tom Waits y que colaboró en el último largo de la banda, Attack and release, producido por el hiphopero Danger Mouse. La relación de ambos personajes con la banda ha sido clave para que este proyecto viera la luz. "Danger nos enseñó muchas cosas. Nosotros le enseñamos los bares de Akron y el restaurante que ahí tiene Chrissie Hynde, que no es poco, pero dudo que la influencia de esto en su música sea comparable con todo lo que él aportó a la banda. Mi tío es uno de los músicos con más talento que conozco y la persona que más me ha ayudado a tener una visión amplia. Como buen músico de jazz, es un esnob, y he heredado algo de eso", apunta Carney. Para él, mantenerse fiel a una idea y guardar una distancia de seguridad con todo lo que odia de la escena actual es clave.

El próximo disco de The Black Keys, que verá la luz en abril, podría ser el que les confirme como la banda que más y mejor ha evolucionado en el último lustro. "Escoger a Danger Mouse como productor fue una decisión comprometida. Musicalmente atractiva, pero conceptualmente incómoda. No somos una banda a la moda, y el estatus que tenemos hoy es el que deseamos. Pasar de viajar en furgoneta a hacerlo en autobús es todo lo que queríamos. Ya somos mayores (ninguno llega a los 30) y la espalda nos estaba matando. No queremos pasar al siguiente estadio. ¿Y sabes qué? La mejor manera de no entrar en la rueda es grabar muchas cosas distintas. Si editas sólo 12 temas cada año y medio, te rellenan la agenda con chorradas". Este año, Dan ha editado un disco en solitario (Keep it hid); Pat ha grabado el de su banda paralela, Drummer; han editado Blakroc y han grabado el nuevo de los Black Keys…

Pero eso no es exactamente la filosofía del rap. Damen Dash, el factótum tras Blakroc, acaba de anunciar el lanzamiento de un Chevrolet Camaro que lleva el nombre de la banda. En la foto promocional sale una jamona con un vestido negro ceñido. "Tampoco es idea mía. Me enteré ayer". Pat Carney se pone a la defensiva. Para alguien con sus convicciones, esto es anatema. "Espero que sea una broma, porque, la verdad, si me hubiera consultado, le hubiese respondido que si los Black Keys queremos algún vehículo con nuestro nombre, debe ser un tractor".

Blakroc está editado en Rock-A-Fella/Nuevos Medios. www.blakroc.com