La nueva aventura de los socialistas vascos
En España son excepción los políticos capaces de verter sus reflexiones sobre un papel. Y son aún más excepción los que se atreven a abordar nada menos que un libro sobre la historia de su propio partido. Jesús Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE) y uno de los políticos vascos de mayor proyección pública por su relevante papel en el último proceso de final dialogado del terrorismo, es uno de ellos y se ha encarado con una Historia del socialismo vasco (1886-2009). El libro une dos textos anteriores del autor: El PSOE en el País Vasco y El socialismo y la izquierda vasca, que ha completado con la trayectoria de los socialistas vascos durante los gobiernos de coalición con el PNV, la salida del Gobierno vasco y las expectativas de la nueva aventura con Patxi López en Ajuria Enea. Eguiguren publica el libro en el mismo momento en que se cierra un ciclo histórico, el de 30 años ininterrumpidos de gobiernos vascos presididos por nacionalistas, y se abre otro con la llegada de los no nacionalistas, de su compañero Patxi López, a Ajuria Enea. El autor admite, en su epílogo, el vértigo y miedo que siente ante la nueva aventura, tras haber arrumbado con dos mitos muy arraigados en Euskadi: el de que el nacionalismo era imbatible y el de que la alternancia era un sueño sin base en la realidad. Y que tiene su lógica al estar el Gobierno de Patxi López apoyado por el PP, un partido con el que los socialistas están fuertemente enfrentados a escala nacional. El presidente del PSE justifica el pacto con el PP para desalojar a Juan José Ibarretxe (PNV) de Ajuria Enea por razones de supervivencia. Recuerda, en su epílogo, cómo Ibarretxe practicó, desde su llegada a Ajuria Enea en 1998, una estrategia de exclusión política de los no nacionalistas con el pacto de Lizarra con Batasuna mientras ETA se lanzó a una campaña de asesinatos contra representantes de la vida política y civil del no nacionalismo, dirigentes y concejales del PSE y PP, entre ellos. Y cómo, tras su ruptura con Batasuna, planteó un plan soberanista y luego una ley de consulta, sólo con los nacionalistas. También defiende la autonomía del PSE, recuperada en el congreso de su partido, en marzo de 2002, en el que Patxi López se alzó con la secretaría general, tras la dimisión de Nicolás Redondo Terreros. Precisa cómo en ese congreso el PSE rompió con las presiones de quienes querían embarcarles "en estrategias que no eran las nuestras", en alusión al pacto de Redondo Terreros con Mayor Oreja, sometido a una confrontación total con el nacionalismo de la que se beneficiaban electoralmente populares y nacionalistas mientras sometían a la sociedad vasca a una gran crispación. Y cómo el PSE rompió, también, con algunos sectores del PSOE que pretendían, tras las últimas elecciones vascas, como en 1987-1997, ponerles a la rueda del PNV y sacrificarles en aras de una política de Estado. Eguiguren fija, en su epílogo, como gran objetivo del nuevo Gobierno vasco "lograr que la sociedad vasca rompa con sus propios demonios familiares, los que nos han impedido avanzar como país de ciudadanos y ciudadanos libres e iguales, los que con demasiada frecuencia han teñido esta tierra de luto y sangre". El autor cree que el PSE superará esta aventura, una más, como ilustra el libro, de un partido nacido en 1886 en las minas vizcaínas, el más veterano de Euskadi, curtido en las luchas obreras de finales del siglo XIX, en la República, en la defensa de Euskadi con las milicias vascas en 1936, en la clandestinidad y que ha dado figuras de la talla de Indalecio Prieto.
Historia del socialismo vasco (1886-2009)
Jesús Eguiguren Imaz
Hiria Liburuak, SL. Guipúzcoa, 2009
374 páginas. 38 euros
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