'Papeles' para un salvavidas
Una fundación de Derechos Humanos tramita la legalización de un senegalés que salvó a un niño alemán en la playa de Calp
"Cuando saltó al mar para rescatar a aquel chico que se ahogaba no se fijó en si tenía papeles o no, si era legal o no o donde había nacido; saltó para salvarlo y ya está, porque una vida no tiene precio, independientemente de su origen". El presidente de la Fundación Mediterránea de Derechos Humanos, Jaume Sendra, describió así las razones por las que Musafa Fall, un joven senegalés sin papeles, salvó de morir ahogado a un chico alemán que cayó al mar desde una escollera durante el temporal de octubre en Calp.
Aquel día todos olvidaron que Fall se encuentra en España en situación ilegal, que llegó a Canarias desde Dakar en patera, que se gana la vida como puede con la venta ambulante. Aquel día todos loaron la figura de Fall y su valentía sin matices -había olas de tres metros y otro chico también alemán, amigo del que se salvó, murió ahogado-. Y le organizaron homenajes y el Ayuntamiento se comprometió, tras un acuerdo oficial, a trabajar por su legalización.
Continúa sin papeles tres meses después de su hazaña
Llegó en patera y se dedica a la venta ambulante en la Marina Alta
No obstante, ha pasado el tiempo y Fall sigue sin permisos oficiales. De ahí que esta fundación, con implantación en toda España, haya decidido ahora "iniciar ante el Gobierno gestiones administrativas y jurídicas hasta las últimas consecuencias para lograr por razones humanitarias su regularización", añadió Sendra.
Pero la Fundación Mediterránea quiere ir más lejos y llamar la atención "sobre el drama de los inmigrantes ilegales que siguen malviviendo en una Europa que a veces olvida su carácter multicultural a pesar de que estas gentes han contribuido a su prosperidad". Que este drama permanece latente lo demuestran las peculiaridades del acto público organizado para presentar el caso de Fall en la sede de la UNED de Dénia, institución que colabora con la fundación: Fall y otros cinco compañeros inmigrantes, todos sin papeles, tuvieron que viajar a Dénia desde Calp por separado "para no llamar la atención". Y Departieron con los medios de comunicación casi en la clandestinidad. "Yo tengo un sueño, que un día podamos celebrar esta reunión de forma abierta y charlar sin miedo de las cosas que les importa a los seres humanos" añadió el presidente de la Asociación de Senegaleses de Calp, Mahamadou Sila.
Se trata pues de luchar por la interculturalidad con mayúsculas. "El gran valor de la acción de Fall es que es posible arriesgar tu vida por otro al que no conoces, que es diferente y del que no sabes su nacionalidad", señaló el rector de la UNED de Dénia, Carlos Torres. La Fundación defiende a Fall porque luchó por el derecho a la vida de otra persona pero es consciente de que la legalización de Fall permitirá trabajar por el derecho a la igualdad de otros muchos.
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