El mecano de Pellegrini
Por primera vez, el técnico del Madrid tiene que mover las piezas que le han funcionado
Manuel Pellegrini ha encontrado lo que llevaba buscando desde el 11 de julio. Un sistema de juego fijo para el Madrid, en el que lo que cambian son las piezas y no los mecanismos. Él dice que el mérito es de los jugadores. "Yo nunca dudé. Tuvimos las ideas claras desde el principio, pero antes había lagunas y no encontraban las distancias entre ellos, ahora sí las han encontrado y ahora el equipo juega como yo quiero", reconoció ayer el técnico.
Ha tardado cinco meses el chileno en encontrar la formula mágica. Para ello se ha atrevido a sentar a Raúl -algo que no habían conseguido sus predecesores que, eso sí, no contaban con el apoyo de la cúpula- y a recuperar a Marcelo como interior izquierdo. Pero, sobre todo, renunció al 4-2-2-2 que utilizaba en el Villarreal y que se empecinó en repetir en el Madrid. Eso, por ejemplo, obligaba a Kaká a jugar en una posición que no era suya -escorado a una banda- y a alejar a Cristiano del área. Ahora, el técnico lo ha cambiado por un 4-3-1-2 y lo ha repetido en los últimos cuatro partidos (Barça, Almería, Marsella y Valencia). Encontrada la fórmula, son las piezas las que han ido cambiando. Y, de repente, Pellegrini se encontró con que Van der Vaart podía suplir, y con creces, la ausencia de Kaká. Que Benzema, más participativo, podía hacer lo propio en Mestalla sin Cristiano. Que Higuaín por fin podía disfrutar de la continuidad que reclamaban sus números y responder con goles (los ocho marcados han supuesto 13 puntos).
Pellegrini se enfrenta ahora por primera vez a tener que mover las piezas que le funcionan. Cristiano, Benzema e Higuaín, por ejemplo, los tres jugadores más ofensivos del Madrid (suman 18 goles de los 34 del equipo) sólo han coincidido en el campo 26 minutos. Fue contra el Almería y en ese tiempo marcaron tres goles, uno cada uno. Hoy, contra el Zaragoza, están disponibles los tres. Eso obliga a Pellegrini a elegir entre uno de ellos para repetir sistema. Lo más fácil es que siente a Van der Vaart en el banquillo y coloque a Cristiano en la media punta detrás de Benzema e Higuaín. Eso le obligará, cuando vuelva Kaká, a prescindir o de Higuaín o de Benzema para dejar un hueco en la delantera a Cristiano. Pellegrini ha sido capaz de mover las piezas con naturalidad. También porque tiene, o se ha inventado, un recambio. No es el caso de Xabi Alonso. No hay en la plantilla un solo medio de sus características que pueda suplir hoy su baja por sanción. En los únicos dos encuentros que se perdió le sustituyó Gago.
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