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Reportaje:

Veteranos del expolio

La policía detiene a una banda que profanó yacimientos durante décadas

Javier Martín-Arroyo

"Piezas de una calidad extrema: un escudo, basas, columnas. Tenemos un terreno de 5.000 metros cuadrados lleno de antigüedades al aire libre. Tendremos entre 4.000 y 9.000 piezas". El jefe de la Brigada Central de Patrimonio Histórico de la policía aclaraba ayer la última operación contra el expolio desarrollada en Córdoba, Jaén y Málaga. Ha sido un gran golpe contra una banda profesionalizada. "Había veteranos del delito con 30 años de dedicación", subrayó el mando policial. Los agentes realizaron 15 registros y detuvieron a 15 miembros del clan dedicado al expolio de yacimientos arqueológicos cuyas piezas vendían posteriormente en el mercado negro.

El centro de operaciones de la banda estaba radicado en Bujalance (Córdoba), desde donde la banda operaba a diversos niveles repartidos por todo el país. La banda estaba integrada por expoliadores, expertos que conocían las piezas de arte, distribuidores que encontraban los compradores y finalmente falsificadores que contaban con contactos en el Reino Unido entre otros países. La policía se ha incautado en los registros en El Carpio y Castro del Río (Córdoba), Andújar (Jaén) y Málaga, de obras de Dalí y Picasso, pero también de 20 armas de fuego y pequeñas cantidades de cocaína y hachís.

Los grupos estaban coordinados y tenían muy bien repartido el trabajo. El primer grupo peinaba las expoliaciones por todo el país, "causando daños irreparables al realizarlas sin ninguna metodología científica", destacó la policía en un comunicado. Pero ahora los investigadores se topan con la misma dificultad de siempre: acreditar a qué yacimiento corresponde cada resto.

Este primer subgrupo de furtivos arrasaba y profanaba yacimientos por diferentes provincias. A continuación, otro subgrupo se dedicaba a la selección de piezas, su limpieza y atribución o datación de la época de los restos. En ocasiones, los expoliadores consultaban a departamentos de arqueología de universidades para utilizar la técnica de termoluminiscencia. El tercer y último subgrupo restauraba las piezas arqueológicas que hubieran sido dañadas durante su extracción. "A veces extraían la mitad de una pieza y los alfareros terminaban la pieza para venderla como auténtica", revela el jefe policial.

Los agentes descubrieron que la banda vendía obras de arte falsas de épocas, de autores como Dalí o Picasso. Todos los grupos colaboraban para comercializar los restos, ya que cada subgrupo tenía sus propios clientes. Para legalizar la venta en el mercado negro, los miembros de la red preparaban facturas falsas en países como Reino Unido para no levantar sospechas.

El problema que late tras este tipo de operaciones es la pena que deben afrontar los detenidos. Los delitos sobre el patrimonio histórico son considerados como daños y las penas son muy leves porque es muy difícil acreditar la procedencia de los restos. Y lo que es peor aún, a menudo, el juez obliga a los investigadores a devolver las piezas incautadas. ¿Solución? La urgente y necesaria reforma del Código Penal.

Última operación contra expoliadores

- La policía ha detenido a 15 miembros de una banda de etnia gitana que expolió entre 4.000 y 9.000 piezas y restos arqueológicos, algunos de gran valor, que conservaban en Bujalance (Córdoba). La banda operaba por todo el país y falsificaba todo tipo de objetos, entre ellos obras de Dalí y Picasso. La policía les intervino 20 armas de fuego.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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