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Reportaje:Carreras & Capital humano

El máster gratis no llega al parado

Las universidades reciben pocas peticiones de desempleados con prestación en busca de posgrados, pese a que el Plan E regalaba las matrículas

Cristina Delgado

Hasta 50.000 másteres gratis para desempleados. Esto es lo que calcularon en mayo en el Ministerio de Educación que se podría llegar a cubrir gracias a los 70 millones de euros del plan de becas lanzado entonces para que los parados con prestación que desearan ampliar sus estudios este año no tuvieran que gastarse un euro. No van a hacer falta tantos millones. A pesar de que el Gobierno redujo los requisitos y alargó plazos, en la mayoría de universidades sólo entre el 4% y el 8% de las plazas de máster las ocuparán estos parados. En algunos centros que ofrecen casi medio millar de plazas, sólo han gestionado una treintena de solicitudes. ¿Falta de promoción? ¿Demasiados requisitos? ¿Poco tiempo?

Las universidades achacan el bajo interés a la falta de tiempo y promoción
El Gobierno calculó que hasta 50.000 personas podrían aprovechar las becas

Este programa puntual de becas fue anunciado por el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. El plan millonario, enmarcado dentro del paquete del Plan E, según el BOE nació con el objetivo de que las universidades contribuyan a "la lucha contra el desempleo al tiempo que se desarrollan estas nuevas enseñanzas universitarias". Sin embargo, no parece haber tenido demasiada fuerza. Varios responsables de las universidades coinciden en que ha habido poco tiempo para la promoción y en que algunos requisitos, como la edad máxima de 40 años, han jugado en su contra.

Para poder cursar este año un máster oficial de forma gratuita había que tener entre 25 y 40 años, ser licenciado o diplomado y tener derecho a prestación por desempleo. Se podía elegir entre cualquiera de los cientos de programas que ofrecen las 46 universidades públicas españolas. Los admitidos no tendrán que pagar las tasas, que oscilan (según el centro, si el programa es de uno o dos años, y el contenido) entre cerca de 900 euros y más de 3.000. Quienes no acaben el máster deberán devolver el dinero, a no ser que lo abandonen por haber encontrado un empleo.

El plazo inicial para pedir la ayuda terminaba el 30 de octubre. Justo antes de expirar, se aplazó 17 días más. Tiempo de gracia para los rezagados. De paso, se tumbó uno de los requisitos iniciales: ya no es necesario tener la nacionalidad española, siempre que se perciba una prestación por desempleo. Pese a eso, no se ha producido una avalancha de peticiones. Y eso que, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay 260.000 personas que buscan empleo entre 25 y 40 años con estudios universitarios. Es difícil saber cuántos reciben prestación (los datos recogidos en el SEPE no permiten cruces exactos), pero, de media, cerca del 40% de parados de esa horquilla de edad la perciben. Así que, el público de la beca supera probablemente las 100.000 personas.

En Canarias, según el Instituto Nacional de Estadística, hay 40.000 parados con estudios superiores. Pero en la Universidad de la Laguna sólo 29 personas en paro han pedido beca para un máster gratis. En la de Castilla-La Mancha (entre los campus de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo) han recibido 76 peticiones. En conjunto, las 9 universidades públicas de Andalucía (que desarrollan 331 másteres oficiales con entre 20 y 50 plazas) han tenido 800 peticiones. En la de Santiago de Compostela hay 106 posibles becarios entre los 1.240 alumnos de máster. "Son los que han declarado estar en paro y han pedido estar exentos de tasas. Luego habrá que comprobar cuántos cumplen realmente los requisitos", puntualiza la universidad. En el ministerio callan. A pesar de que la solicitud se realizaba en su web y de los aplazamientos del programa, no han querido facilitar datos oficiales. El goteo de cifras de cada centro deja entrever que no se habrán superado en conjunto las 4.000 solicitudes.

La UNED, el centro universitario con más alumnos de España (en 2008 tenía 142.172 alumnos), ha registrado 240 peticiones de beca-máster por desempleo. "Yo creo que está bien. Supone una buena acogida", valora Manuel Díaz, vicerrector de Estudios Oficiales de Posgrado. Esos dos centenares pendientes de evaluar suponen el 6,5% de las matrículas de máster. La mayoría de las inscripciones (56) han ido al área de educación. El más popular entre los parados ha sido un máster en comunicación y educación en la red. Al igual que el resto de másteres de la UNED, está reconocido en Europa. Y tenerlo, da puntos al realizar una oposición, por ejemplo, para profesor. "No creo que ése sea el motivo de las matrículas. Es que nuestros programas se pueden realizar a distancia y tienen buena fama", justifica. También es cierto que el perfil de estudiantes del centro coincide casi a la perfección con el de la convocatoria de ayudas: personas entre 25 y 40 años que ya conocen el mundo laboral.

En el caso de la Universitat de València, calculan que estas becas han supuesto el 5% del total de alumnos de máster. "La verdad es que yo esperaba más", confiesa el vicerrector de posgrados, Ignacio Nebot. "Ha llegado a menos gente de la esperada. Creo que quizá no se incidió en promocionarlo en los sitios adecuados, como en las oficinas del paro", dice. "Me consta que el límite de edad de 40 años ha dejado a mucha gente fuera", añade María del Carmen García Garnica, directora adjunta de la Escuela de Posgrado en la Universidad de Granada. "Al fin y al cabo, alguien de 45 años también estaba a tiempo de reorientar su carrera", razona.

Alumnos de ingeniería de minas en la Universidad Politécnica de Madrid.
Alumnos de ingeniería de minas en la Universidad Politécnica de Madrid.SANTI BURGOS

La promoción era clave

La idea de becar los estudios superiores a desempleados tuvo su germen en la Universidad de Alcalá de Henares. Allí su rector, Virgilio Zapatero, había puesto en marcha un plan al que bautizó como "Formación para un Nuevo Empleo", que consiste en ceder el 10% de las plazas de sus cursos de tercer grado (y algunas también de grado) a parados. "Suponía perder ingresos, pero era nuestra obligación", dice orgulloso. El Gobierno lo tomó como modelo para su propio plan.

Y a pesar de haber sido plagiado, el rector decidió que el del Estado y el piloto convivieran este curso. El resultado: han llenado 175 plazas reservadas por su plan propio, para lo que han podido elegir entre las 1.362 solicitudes que les llegaron. Para el del Estado, se han entregado 62 peticiones. El piloto le ha dado una paliza al estatal. ¿Por qué ha tenido más éxito? "Supongo que por el esfuerzo que hemos hecho en la promoción", razona el rector. Ruedas de prensa, llamadas en su web y, sobre todo, correos electrónicos a sus antiguos alumnos, cerca de 60.000. "El Gobierno debe seguir insistiendo con el suyo. El año que viene [si se repite el plan], cuando se corra la voz, se apuntará más gente".

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.
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