Muere Antonio de Nigris, futbolista mexicano de 31 años
Antonio de Nigris Guajardo era uno de tantos nómadas del fútbol que se ganaba la vida marcando goles allá donde fuera. Desde México, su país natal, hasta Grecia, su última estación. A sus 31 años los seguía marcando en el club heleno del Larisa. Y anhelaba un sueño: disputar el próximo verano el Mundial de Suráfrica con la selección mexicana. "Seguiré luchando para que se me tome en cuenta. Quiero estar preparado para aprovechar la oportunidad cuando llegue". Las palabras pronunciadas por De Nigris, ex jugador del Villarreal y el Polideportivo Ejido, reflejaban su carácter guerrero y optimista. La madrugada del lunes se quebró su corazón y acabó su vida.
Seis años atrás El Tano, como era conocido De Nigris, cogió las maletas e inició su aventura en el Viejo Continente. Su primera escala resultó obvia: el fútbol español era el idílico destino. Llegó al Villarreal de la mano de Benito Floro. Ambos coincidieron en el Monterrey. "Yo lo traje aquí y confié en él como futbolista y como persona", dijo consternado el preparador asturiano, que consideraba a De Nigris como "un hijo adoptivo". Generoso en el esfuerzo y "jugador incansable y muy buena gente", apuntaba Rafael Márquez, defensa del Barcelona y compañero de El Tano en la selección tricolor.
La gran estatura (186 centímetros) y la facilidad para ver puerta llamaron la atención de Benito Floro cuando De Nigris empezaba a despuntar en la cantera del conjunto mexicano, lo que le llevó a ser internacional en 16 ocasiones. Se acordó Floro de su pupilo y lo reclutó para el Villarreal en febrero de 2003. Debutó el 2 de marzo y a los pocos minutos anotó el tanto que daba la victoria al conjunto castellonense ante el Rayo. Con los amarillos disputó 14 partidos más y sólo marcó un nuevo gol. De Nigris prosiguió su camino en Segunda en el Poli Ejido (dos goles en 31 partidos). Continuó su periplo en Colombia, regresó a México, marchó a Turquía y dejó inconclusa su carrera en Grecia, donde su corazón dijo basta.
De Nigris pasa a engrosar la lista de deportistas jóvenes que mueren súbitamente por inapreciables dolencias cardiacas. Reciente en el recuerdo queda el fallecimiento de Daniel Jarque. Presente aún el de Antonio Puerta. Ayer mismo, el Comité Olímpico Español y la Comunidad de Madrid firmaron un convenio para luchar contra la muerte súbita en deportistas de élite. Como la que ha costado la vida a De Nigris.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.