Con la música a otra parte

La banda de cornetas y tambores de la cofradía de La Esperanza de Málaga tendrá que buscarse otro lugar de ensayo. Y va muy en serio, lo dice un juez. El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Málaga ha anulado la autorización que el Ayuntamiento que preside Francisco de la Torre (PP) otorgó a la banda para ensayar entre las siete de la tarde y las 10 de la noche en la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, al lado de la basílica de la Esperanza y de la casa hermandad de una de las cofradías más antiguas y más rica en patrimonio y número de hermanos de la ciudad.

El juzgado ha considerado que tal autorización municipal carecía de de un estudio de impacto acústico, requisito que entiende imprescindible. Además, obviaba cuestiones tan elementales como que no existía ninguna solicitud formal de parte del interesado, ni en la concesión del permiso intervino el departamento municipal que habitualmente se encarga de estos asuntos, el área de Medio Ambiente, de la que depende cualquier autorización de emisiones sonoras en la ciudad. "Cuando para dictar un acto administrativo no se sigue ningún procedimiento previo que asegure su legalidad, acierto y oportunidad, el acto adolece de vicio de nulidad radical", señala la sentencia, informa Efe.

El consistorio dio una autorización genérica a una serie de bandas para que pudieran ensayar en la vía pública. Pero no ha servido de salvoconducto. Una vecina de la zona de La Esperanza, en el cofrade barrio de El Perchel -en la plaza de Luis Alonso está también la casa hermandad de la congregación de Mena-, puso un recurso contra la autorización municipal y el juzgado le ha dado la razón. Para la resolución judicial se tomaron mediciones en el domicilio de la demandante, en la que se atestiguó que a la hora del ensayo se sobrepasaban los límites acústicos tolerados por las ordenanzas municipales al registrar 9,8 decibelios. La cofradía de La Esperanza tiene banda de cornetas y tambores y también de música, aunque esta ensaya dentro de las casa hermandad.

La reserva de espacios adecuados para ensayar es una vieja reivindicación de las bandas de cornetas y tambores malagueñas, ante las numerosas quejas y protestas de los vecinos de las zonas donde habitualmente tocan.