Los transexuales unen al Parlamento

El de ayer fue un día para la alegría o histórico en el Parlamento andaluz. Así lo valoraron los tres grupos de la Cámara (PSOE, PP e IU) tras aprobar por unanimidad una iniciativa que dará pie en un futuro a una ley de transexualidad, pero que insta desde ya al Gobierno andaluz a impulsar "medidas de discriminación positiva para la contratación y el empleo de personas transexuales, especialmente para las mujeres, atendiendo a la identidad de género".

El acuerdo total estuvo a punto de irse a pique y el debate, de desbordarse por los habituales derroteros políticos de ahora-te-voy-a-meter-el-dedo-en-el-ojo. El PP salió ayer del armario y se declaró "completamente partícipe de las reivindicaciones de los transexuales", dijo Esperanza Oña. La portavoz popular reconoció el "error" de su partido al votar sí en el Senado y no en el Congreso, en 2007, a la ley estatal que permite que los transexuales cambien el sexo y nombre en los documentos oficiales sin sentencia judicial. Esta rectificación no quedó ahí. Oña, con la firmeza que le caracteriza, retiró desde la tribuna la enmienda del PP por la que pretendía eliminar la aplicación de medidas de discriminación positiva para la contratación de los transexuales y demostrando que se había preparado a conciencia el debate propuso mantener la redacción del PSOE, pero referida a las mujeres transexuales, como la propia asociación del colectivo defiende, porque "los hombres son hombres a todos los efectos y las mujeres sí están discriminadas". Hubo confusión y titubeos de la ponente socialistas, Ana Tudela, hasta que el veterano portavoz del PSOE, Manuel Gracia, aclaró la redacción que finalmente salió aprobada.

La iniciativa insta a realizar actuaciones en materia de salud para que las personas transexuales sean tratadas conforme a su identidad de género a la hora de ingresos sanitarios en función del sexo que han elegido.