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Reportaje:Empresas & sectores

Siro no quiere marcas propias

Se desprenderá de todas menos de la enseña que da nombre al grupo

Hay una serie de grupos alimentarios que, frente al fuerte aumento de la marca de la distribución, siguen apostando por la suya. Otros compaginan su marca con la del distribuidor. Un paso más en esta dirección lo está dando el grupo Siro: vende sus marcas propias, salvo la que da nombre a la empresa, y pone todos los huevos de su negocio en la cesta de la marca Hacendado de Mercadona.

Hace unas fechas, la empresa vendió al grupo galletero riojano Arluy las enseñas y el fondo de comercio de Reglero y pastas Río. En la misma línea, el grupo estaría igualmente abierto a ofertas para la venta de otras marcas del grupo como Ardilla, Casado o Castelló. En estas operaciones, solamente se salvaría de la venta la marca Siro, por ser la que da nombre al grupo y La Familia porque aparte de ser una marca esta constituida como sociedad.

El 80% de las ventas las hace al grupo Mercadona con la marca Hacendado

"Con el desarrollo de esta política de ventas, el grupo no se va a quedar sin marcas. Tenemos una marca y es Hacendado, la enseña del grupo Mercadona para nuestra amplia oferta de galletas, todo tipo de bollería, pan de molde o pasta", señala el presidente y fundador del grupo Juan Manuel González Serna. "Hacendado es mi marca".

Desde este posicionamiento, para el presidente del grupo Siro, como fabricante de la marca Hacendado, su obligación es elaborar un producto de la máxima calidad al precio más competitivo. Política que le ha forzado a desarrollar un amplio plan de inversiones para lograr la mejor oferta de productos y, sobre todo, para el desarrollo de la investigación para innovar.

"Mi obligación y mi compromiso como fabricante es que mis productos tengan una buena acogida y los datos indican que tenemos un crecimiento que es un 5% superior a la media. Lo que significa que estamos haciendo bien las cosas".

En los últimos tres años, tanto para la política de compras como para la mejora y ampliación de las plantas, el grupo ha invertido más de doscientos millones de euros a los que seguirán otros 60 millones de euros previstos para 2010. En la política para mejorar su eficiencia productiva, un lugar destacado lo ocupan la investigación sobre nuevos productos y la mejora de los existentes con la puesta en marcha de un centro de I+D+i con una inversión de seis millones de euros (el centro ya está funcionando y trabaja en la actualidad en más de un centenar de líneas).

No hay duda que, a partir de unas estructuras modernas, la elaboración de la marca de la distribución a precios no elevados, supone una posibilidad muy importante para incrementar las ventas en este tipo de empresas. Sin embargo, la dependencia de esas ventas de un único grupo de distribución y, en algunos casos de una marca, constituye también un factor de riesgo ante la posibilidad de haber llevado a cabo grandes inversiones que podrían quedar atrapadas si por una u otra razón se rompiera la relación con el grupo de distribución.

"Es un riesgo y puede suceder. Pero no es lo normal si uno hace las cosas bien, si hay rigor en el trabajo, y se ofrece calidad y precio. Yo espero no dejar de ser interproveedor de Mercadona".

Hasta la fecha, la evolución del grupo en el marco de interproveedor del grupo valenciano bajo la marca Hacendado, no le ha ido mal a la firma ubicada en Venta de Baños, cuna del grupo Siro. La facturación del grupo ha pasado desde 1998, de menos de 100 a 340 millones de euros, con especial crecimiento desde 2004 cuando se firmaron los primeros acuerdos con Mercadona como interproveedor. De ese volumen de ventas, en la actualidad el 80% de las mismas ya se hace bajo la marca Hacendado, un 10% más se factura en el mercado interior con las marcas propias y otro 10% en los mercados exteriores.

En el mismo periodo, los empleos del grupo pasaron de 700 a más de 3.000 como consecuencia, sobre todo, de la estrategia de compras a otros grupos. -

Compras a 'multis'

Siro es uno de los mayores grupos alimentarios que se ha creado en los últimos 20 años, y lo ha hecho a costa, sobre todo, de restos de multinacionales.

Los artífices han sido el presidente, Juan Manuel González Serna, y su esposa, Lucía Durbán. En 1991 ponían la primera piedra con la compra de la empresa Siro a la francesa BSN, hoy Danone, con 85 trabajadores y 10 millones de euros de facturación.

En 1993 se incorporó al grupo la firma zamorana de galletas Reglero, y en 1994 las firmas Río y Larios, en el sector de los snacks. Su siguiente operación fue la compra de Ardilla y La Familia a Danone. En 2003, se hizo con la planta de United Biscuits en Aguilar de Campoo (Fontaneda). En 2006 adquirió, esta vez a Sara Lee (Bimbo), su planta en El Espinar (Segovia).

En 2008 compró productos Casado y adquirió otras tres plantas a Sara Lee situadas en Briviesca (Burgos), Agüimes (Canarias) y Antequera (Málaga).

En total, un nuevo grupo dotado con 14 plantas industriales.

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