Viaje por la memoria
La puesta en escena de El pisito, que se representa en el teatro Marquina, ha proporcionado a su director, Pedro Olea, uno de los grandes éxitos de su carrera. Merecidamente. La versión teatral, acercada intencionadamente a la novela de Rafael Azcona en detrimento de la película neorrealista de Marco Ferreri, ha generado un espectáculo delicioso. El mérito de tanta bondad hay que repartirlo con el resto del equipo y, sobre todo, con un reparto que encaja a la perfección con esta tragicomedia de la posguerra española que interpretan Pepe Viyuela, Asunción Balaguer y Teté Delgado, entre otros actores. Forman un trío disparatado y entrañable que arrastra a los espectadores a un viaje iniciático por nuestra propia memoria histórica de un pasado demasiado cercano como para olvidar, o no conocer en el caso de los jóvenes, y demasiado doloroso como para recordar sin una dosis de ternura.
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