"Hemos hecho algo enorme"

Gane o pierda, Leonardo siempre termina los partidos afónico. Ayer fue una excepción. Cuando se paseó por la zona mixta del Bernabéu y le hicieron notar que esta vez no había perdido el don de la palabra, contestó: "Pues sí, es verdad. Se ve que me estoy acostumbrando a ser entrenador". Pese a no haberse sentado nunca en un banquillo, se ha llevado el botín más grande: nunca antes el Milan había conseguido ganar en Chamartín. Ayer lo hizo con dos goles de Pato -hasta ahora el equipo había marcado seis goles en ocho partidos- sobreponiéndose a un grave error de Dida y a la falta de ritmo que padece su equipo, que en la primera parte no tiró a puerta ni una sola vez y sólo logró un remate, fuera, en un disparo de Pirlo.

"En noche como éstas es cuando sacamos lo mejor", dijo Adriano Galliani, vicepresidente del club. "La primera parte ha sido complicada, pero hemos demostrado que tenemos grandes jugadores capaces de resolver un partido en dos minutos", le hizo eco Pato. Más que de resolver un partido en dos minutos, que también, el Milan consiguió crear en su rival un estado de confusión permanente. "Creo que hoy hemos hecho algo enorme. Con desventaja en el marcador, hemos cambiado la posición de Seedorf en el campo, más adelantada y más ofensiva, pero no por ello nos hemos convertido en un equipo más vulnerable", analizó el técnico del Milan, que se definió a sí mismo como un romántico del fútbol. "En la base de cualquier proyecto está la forma en que te lo propones... Yo soy un romántico, pero no quiero ahora ponerme a hablar de mis sentimientos. Sólo quiero decir que los valores y los conceptos de este equipo están creciendo de forma increíble. La temporada ha empezado mal. Hemos tenido dificultades. Yo siempre pensé en un 4-3-3, pero parecía imposible proponerlo. Con el Roma se convirtió en una solución y aquí ha pasado lo mismo. Eso nos da mucha fuerza", analizó.

La idea de adelantar a Seedorf, el cambio táctico que modificó el curso del partido, fue precisamente de Leonardo, pero, cuando le preguntaron si la de ayer había sido su noche, se vistió de gentleman y repartió los méritos entre sus jugadores, Dida incluido. "No tengo la pretensión de titular esta noche con mi nombre. Lo que más satisfacción me da es la relación que tengo con el equipo y las respuestas que me dan en la cancha, porque yo puedo ayudar, aconsejar, pero, por muchas vueltas que le demos, son los futbolistas los que juegan", comentó.

A Galliani le preguntaron que cuándo pensaba comprar un portero de verdad. Con Leonardo nadie se atrevió. Al técnico brasileño le preguntaron simplemente cómo calificaba la actuación de su guardameta. "Cometió un error clarísimo, pero lo bueno de un portero es volver a meterse en el partido después de haber fallado. Y él es bueno", concluyó.