_
_
_
_
Reportaje:

Una creadora polifacética

El Museo Picasso Málaga acoge una retrospectiva de Sophie Taeuber-Arp

"Sophie Taeuber-Arp no necesita a su marido [el escultor y pintor Jean Arp]. Es una artista que se mantiene sola". Así presentaba ayer a la artista suiza Sophie Taeuber-Arp (Davos, 1889-Zúrich, 1943) Estrella de Diego, profesora de Arte Contemporáneo y comisaria de la amplia retrospectiva que el Museo Picasso Málaga (MPM) dedica a esta polifacética y poco conocida artista que sobresalió por su prolífica y modernísima obra, ahora convertida en objeto de culto.

Sophie Taeuber-Arp. Caminos de vanguardia exhibe en el MPM hasta el 24 de enero más de 130 piezas procedentes de distintos museos y fundaciones, entre pinturas, dibujos, textiles, collages, marionetas, fotografías, maquetas, planos, esculturas y muebles.

Sus obras lograron el respeto de Max Jacob, Modigliani, Ernst y Picasso

Pintora, bailarina, escenógrafa, dibujante, diseñadora, performer, arquitecta, artesana, profesora de arte... Todo eso fue Taeuber-Arp, una artista completa y rompedora que abarcó con igual intensidad una amplia variedad de lenguajes y en cada uno de ellos planteó, resolvió y concilió los extremos contradictorios en los que se desarrolló el arte de la primera mitad del siglo XX.

"Sophie muestra en su obra las inquietudes y paradojas que tiene la vanguardia. Tiene algo de genial. Aprendió a ser artista a lo largo de su larga trayectoria y con la experimentación de diversas artes", señaló De Diego, quien resaltó que desde 1989 no se le dedicaba a Taeuber-Arp una exposición de esta importancia y para la que De Diego ha creado una especie de línea de danza que permite recorrer los múltiples mundos en los que se movió esta artista, que fue una consumada bailarina de danza expresiva. La exposición es un reflejo de las vanguardias de los años veinte y treinta del pasado siglo, tiempo en el que Taeuber-Arp se movió indistintamente entre el dadaísmo más radical y el abstraccionismo geométrico, consiguiendo por su personalidad y con sus creaciones el respeto de colegas como Max Ernst, Modigliani, Max Jacob o el propio Picasso.

La muestra se ordena en torno a tres secciones: Ritmos quebrados, que indaga en el primer periodo creativo de la artista, en el que conviven dadaísmo y constructivismo; Habitar espacios, que explica sus aportaciones al diseño de interiores y la arquitectura, y Geometrías vivas, en la que se muestran sus construcciones geometrizantes, imbuidas por su pasión de la integración de opuestos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Me pregunto por qué se ha tardado tanto en hacer una gran exposición a una artista como ésta. Me satisface que sea el Museo Picasso el que dedique una gran restrospectiva a una artista de la talla de Sophie Teauber-Arp", afirmó José Lebrero, que se estrena como director del Museo Picasso con esta exposición, que, junto a las charlas y conferencias sobre la artista suiza, cierra el ciclo expositivo de 2009 en la pinacoteca malagueña.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_