Premio para muebles quemados y relojes vivos

No hay quien le pare. Maarten Baas es el diseñador del momento, el hombre de moda. Sus obras, siempre en edición limitada, se exhiben en ferias y galerías de arte y sus fans se pelean por ellas. Se le ha reconocido, nada menos, que "haber cambiado el curso de la historia del diseño y la manera en que los coleccionistas entienden el panorama de la creación contemporánea". Así lo ha afirmado el jurado de Design Miami, la prestigiosa feria de diseño de edición limitada, que le ha otorgado el premio al mejor diseñador del año (Designer of the Year Award).

Bass, que con sólo 31 años es el más joven diseñador que recibe este premio, será el protagonista de la próxima edición de Design Miami -se celebrará en diciembre- con una exposición retrospectiva y un proyecto especial, concebido para la cita. Desde que Smoke, su trabajo de fin de carrera, se convirtió en la sensación de la escena de Nueva York, también gracias al buen hacer del galerista Murray Moss, no ha dejado de crecer. Aquella serie de piezas clave del diseño del siglo XX, de Gaudí a Eames, ennegrecidas por obra del soplete y posteriormente barnizadas con resinas para representar su vigencia, levantó ampollas en los sectores más conservadores, pero trajo nuevos aires a la escena internacional. Las piezas de aquella serie, fabricada por MOOOI, se han exhibido en museos como el Victoria & Albert de Londres y el Stedelijk de Ámsterdam y han sido adquiridas por coleccionistas como el diseñador Philippe Starck o Lidewij Edelkoort, directora de la Design Academy de Eindhoven, donde Baas cursó sus estudios.

Las piezas de la nueva serie, The Chankley Bore, estarán en una de las citas ineludibles del otoño artístico, han estado en la feria de arte contemporáneo Frieze de Londres, que se clausura hoy, y también se expondrán en la Limited Gallery. Se trata de seis piezas en edición de 12, de resinas, piedra y fieltro de colores vivos, fabricadas a mano por los artesanos de la compañía inglesa Established & Sons. Objetos-esculturas, entre fantasías y funcionalidad, toman su nombre, Chankley Bore, de una frase del escritor inglés de la época victoriana Edward Lear, famoso por sus nonsenses. Su estética amable incluye elementos electrónicos parpadeantes, que evocan la ciencia-ficción y los comics de los años cincuenta. "Los Chankley Bore juegan con lo desconocido. Hay tantas posibilidades y sin embargo nos limitamos a un área segura y reconocible. A menudo relacionamos la belleza con lo que ya conocemos, pero ¿qué pasaría si fuera diferente? ¿Si no tuviéramos la necesidad de relacionar lo nuevo con algo que ya conocemos? Entonces experimentaríamos libremente con materiales y formas", sostiene Baas.

En España, los Chankley Bore se exhiben en la galería RoomService de Barcelona, junto a las formas onduladas y redondeadas de los muebles de la serie Clay, mesitas de patas largas, cortas o múltiples, pero siempre filiformes, sillas y estanterías sólo aparentemente inestables, y simulacros de ventiladores, construidos con arcilla sintética modelada a mano sobre esqueletos metálicos y cromada en colores brillantes.

Su último reto es Real Time, una serie de relojes vivos, que utilizan proyecciones sobre el paso del tiempo. El Sweepers Clock, por ejemplo, emplea un vídeo donde dos hombres van formando las agujas del reloj, barriendo basura durante las 24 horas.