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Crónica:Séptima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Higuaín actúa de tranquilizante

Un golazo del argentino cierra con contundencia un partido que el Madrid no logró dominar frente a un Valladolid peleón

Diego Torres

Un pase soberbio de Alonso. Un desmarque alegre de Higuaín. Una salida de Jacobo. Un golazo de Higuaín, picando el balón con maestría, cuando se quedaba sin ángulo. Así mató el Madrid, con un fogonazo, un partido que no acabó de manejar. El Valladolid, un equipo menor armado de valiosos delanteros, casi arma el taco.

Pellegrini llamó a los reservistas para cubrir una fecha que se presentaba como un trámite. El Valladolid, que ha hecho méritos para convertirse en el equipo más goleado del campeonato, invitaba a administrar los esfuerzos de la plantilla, exaltar a Raúl y dar descanso a gente como Kaká. Parecía un partido cualquiera. Una manera de romper el tedio antes del Milan.

La impresión de Pellegrini coincidió con la realidad. El Valladolid es un equipo tierno, mal cimentado en una defensa contemplativa y tímida, que no ataca los balones que debe. Frente al Madrid, el Valladolid exhibió todas sus carencias. Con el paso de los minutos, sin embargo, el partido reveló que la incompetencia de la defensa contraria no fue suficiente para que los muchachos de la reserva de Pellegrini vivieran una tarde tranquila. Una jornada más, el público del Bernabéu siguió sin despejar las sospechas que le inspira este Madrid. Parece evidente que el equipo sigue sin encontrarse.

REAL MADRID 4 - VALLADOLID 2

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Granero, Raúl (Drenthe, m. 82), Van der Vaart (Kaká, m. 72); y Benzema (Higuaín, m. 72). No utilizados: Dudek; Garay, Arbeloa y Diarra.

Valladolid: Jacobo; Pedro López, Prieto, Nivaldo, Arzo; Rubio, Borja (Pelé, m. 79); Nauzet (Manucho, m. 58), Font (Bueno, m. 77); Marquitos; y Diego Costa. No utilizados: Fabricio; Baraja, Mendunjanin y Asier.

Goles: 1-0. M. 13. Raúl, tras un pase de Granero. 2-0. M. 18. Raúl, dentro del área a pase de Marcelo. 2-1. M. 29. Libre directo de Nauzet. 3-1. M. 45. Marcelo, desde fuera del área. 3-2. M. 54. Marquitos, tras un pase al hueco de Diego Costa. 4-2. M. 79. Vaselina de Higuaín sobre Jacobo.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Arzo, Sergio Ramos, Xabi Alonso y Pelé.

Unos 75.000 espectadores en el Bernabéu.

Con dos goles, Raúl se dio un homenaje ante los ingenuos Prieto y Nivaldo

El Valladolid arrancó presionando arriba pero el aliento le duró diez minutos. Pronto perdió el dominio del balón y entonces Pepe y Albiol respiraron aliviados porque pudieron dar salida al balón. ¿Qué pasará cuando el Madrid enfrente a equipos más poderosos, que le quiten la pelota? Todo apunta a grandes problemas. De momento, Alonso, Lass y Granero se valieron para romper la resistencia inicial de Álvaro Rubio y sus compañeros. Xabi trazó las maniobras con coherencia y ritmo. Ayudado por Ramos, Granero se metió entre líneas con inteligencia. En una de esas, se abrió a la derecha y metió el centro al primer palo. Por ahí apareció Raúl, que se anticipó a la zaga y tocó con el exterior de su pie izquierdo desviando a gol.

Los centrales del Valladolid, Prieto y Nivaldo, se internaron en el partido como corderos en una jaula de tigres. La jaula sólo tuvo un tigre. Raúl. Pero fue suficiente. Se dio un homenaje.

Raúl practica la caza sigilosa. El hombre no contribuye en nada durante las jugadas de ataque, pero las observa como nadie. Mientras sus compañeros evolucionan buscando el tiro, el pase filtrado, o el centro, él se posiciona como esos comandantes en la torreta. Examina los espacios, la disposición de los contrarios, y el entorno general. Le basta medio segundo para procesar la información y hacer una conjetura sobre el destino de la pelota. No usa mapa ni GPS. Pero cuando traspasa el límite del área, casi siempre acierta.

En el segundo gol Raúl aprovechó una jugada de Marcelo y Benzema por la derecha para concluir en el primer palo, otra vez, atacando el centro con éxito. Los primeros dos goles del Madrid hablaron del adecuado funcionamiento de los laterales en su faceta ofensiva. Marcelo se redimió de su pesadilla en el Sánchez Pizjuán con desparpajo. El partido del brasileño habló de un chico con coraje. Un tipo que reune la técnica y el carácter suficiente para destacar en el deprimido mercado mundial de los laterales zurdos. Marcelo se repuso por completo y coronó su actuación cuando marcó el tercer gol de su equipo engañando a los defensas. Mientras Prieto miraba, él disparaba con la pierna mala, un derechazo a la base del palo. Nadie lo esperaba.

El gol de Marcelo fue la respuesta al excelente tanto de Nauzet, de falta directa. Font aprovechó un error de Ramos en una entrega y Lass le derribó frente a la medialuna del área. El gol puso de manifiesto los desajustes del Madrid, tan incómodo sin el balón como con él. La ventaja en el marcador no permitió al equipo local hacerse con la manija del juego. Escasearon las asociaciones, los movimientos coordinados, el entendimiento entre los compañeros. No hubo continuidad en las posesiones. No la hay desde que empezó la temporada.

La angustia de la hinchada alcanzó su punto culminante en la segunda parte, cuando Diego Costa le hizo el caño del partido a Pepe. Además de caño, fue un pase medido a Marquitos, que se presentó ante Casillas y con un toque sutil le alejó el balón de los guantes. Un gesto como éste, mano a mano con Casillas, está al alcance de muy pocos. Marquitos se apuntó a la lista para convertir el inquietante 3-2.

Las penurias del Madrid se acabaron cuando entró Higuaín para meter el gol más importante del partido. Un gol con mensaje. Un aviso para Pellegrini. Una amenaza para Benzema.

Raúl celebra uno de sus goles al Valladolid.
Raúl celebra uno de sus goles al Valladolid.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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