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Cosa de dos
Columna
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Humor

Top Gear es un programa veteranísimo de la BBC. Ahora lo emite La Sexta y lo recomiendo muy vivamente. Va de automóviles, pero eso es tan reductivo como decir que Guerra y paz va de Rusia. Top Gear viene a ser el ectoplasma de su presentador Jeremy Clarkson, un inglés ultraliberal, receloso de todo lo europeo, militante contra la corrección política y aficionado, simplemente aficionado, a los coches y en general a la mecánica. Todo lo que hace es divertidísimo.

Clarkson publicó ayer un artículo en The Times sobre la creciente estupidez de la sociedad británica. Un clásico: los británicos llevan décadas quejándose de que son cada día más estúpidos. No deja de ser alarmante, dado que constituyen una de las sociedades más inteligentes de Europa.

En su artículo, Clarkson señalaba que el humor de los Monty Python no encontraría hoy cobijo en ninguna televisión. Es probable que tuviera razón. Los Python solían satirizar el elitismo y la pedantería intelectual. En un célebre número televisivo retransmitían la redacción de El retorno del nativo, una novela del escritor decimonónico Thomas Hardy (1840-1928). El locutor describía la multitud, la óptima temperatura, el estado de forma de Hardy, sus esfuerzos por completar, sin éxito, la primera frase del primer capítulo. Al cabo de tres horas, clamor entre el público. Hardy conseguía una frase: "Un sábado por la tarde en noviembre se aproximaba al crepúsculo, y la amplia zona de maleza abierta conocida como Egdon Heath se oscurecía por momentos".

¿Les ha hecho gracia? No, ya lo supongo. Para resultar gracioso, el humor de los Python (no el de la películas, sino el de las series) requería un público que supiera quién era Thomas Hardy, y hasta qué punto era pesada la escritura de esa gloria nacional. El humor caricaturizaba una sociedad esencialmente snob.

El humor británico de hoy es The Office, una sensacional parodia de la mediocridad galopante o Little Britain, un agrio sarcasmo sobre un país brutal y propenso al vómito.

Prueben a ver algún viejo sketch de Tip y Coll: se encuentran fácilmente en Internet. Después de verlo, recuerden si han reído. Y cavilen sobre si vamos a mejor o a peor.

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