El PP de Silleda consuma el pacto con dos tránsfugas
Evitaron aparecer juntos en la multitudinaria romería que el PP, con Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, celebró en su pueblo hace ahora una semana. Se escondieron de las cámaras, esperaron ocho días y al noveno, con el presidente gallego de viaje en Bruselas, registraron en el Ayuntamiento de Silleda la moción de censura, flanqueados por dos tránsfugas socialistas. La versión oficial del PP regional añade que horas antes corrieron a darse de baja como militantes del partido.
Así que el 19 de octubre, si no hay novedad, cinco de los seis ediles del PP, votarán junto a sus otrora contricantes -dos ex concejales del PSdeG que ahora integran el grupo de los no adscritos- para derrocar a la alcaldesa socialista, Paula Fernández. El bastón de mando pasará entonces a manos de la concejal tránsfuga Ofelia Rey, candidata en la moción de censura. La operación no cuenta, al menos públicamente, con el aval de los líderes del partido, Rajoy y Feijóo, que la desautorizaron varias veces. El presidente provincial de Pontevedra, Rafael Louzán, siempre se mostró más comprensivo.
El guión estaba tan cantado que uno de los protagonistas principales lo confió a este periódico hace ahora un mes. "La moción de censura sigue adelante, pero desde arriba nos pidieron esperar", admitió José Fernández Vieitez, Roucho, el portavoz del PP en Silleda y uno de los principales muñidores de la operación para desbancar a la alcaldesa socialista, Paula Fernández. Antes, él mismo había cerrado un acuerdo con los dos ex concejales del PSdeG, que tan pronto como el bipartito perdió el poder en la Xunta, se pasaron al grupo de los no adscritos.
Y la maniobra la bendijo el presidente provincial del PP, Rafael Louzán, al calor de las brasas en una cena con churrasco y criollo convertida en reunión de la Ejecutiva del partido, donde escuchó uno por uno a sus cinco concejales. Sólo un díscolo, Manuel Mato, se opuso a la operación. Pero su voto, con siete ediles convencidos, dos tránsfugas y cinco del PP, ya no contaba. Y las desautorizaciones -siempre con la boca pequeña de Rajoy y Feijóo- tampoco desanimaron al grupo municipal, que siguió adelante respetando los tiempos y aguardando a que los focos que el propio PP situó sobre Benidorm -donde el PSOE se benefició de una censura similar- fueran difuminándose. El acto administrativo de ayer desembocará en un pleno el 19 de octubre, que aupará a la alcaldía a la tránsfuga Ofelia Rey. Y eso, a pesar de que quien ostenta el bastón de mando, Paula Fernández, confiaba todavía ayer en evitarlo con medidas de protesta y manifestaciones vecinales.
El portavoz del Partido Popular en Galicia, Antonio Rodríguez Miranda, acudió raudo a desmarcarse de la operación. Los ediles, según dijo, ya no forman parte de la formación conservadora porque pidieron la baja en el partido la noche del lunes. Y él mismo se enteró de la censura por la prensa.
La oposición no fue tan condescendiente: socialistas y nacionalistas responsabilizan a Rajoy y Feijóo de pactar con tránsfugas. Y así, Silleda junto a Mos, Gondomar, Abegondo y A Pobra, seguirá agrandando el mapa del transfuguismo gallego.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.