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Entrevista:RAMON MATEU | Director de Catalunya Ràdio

"Me preocupa más la tendencia a la baja que ser líder"

Zurdo de trazo impulsivo, las flechas, cifras (como la horquilla de discos que usa una radiofórmula) y esquemas (como el de la radio pública danesa, "modelo interesante para aquí") con los que va llenando hojas del bloc explican por sí mismos uno de los enigmas del que desde el 10 de junio es el nuevo director de Catalunya Ràdio, Ramon Mateu (Barcelona, 1958): su capacidad para, en la época de Aznar, haber sido subdirector de TVE-Catalunya (1997-1998) y director de Radio Nacional de España en Catalunya (1996-1997), y tras pasar por el Grupo Antena 3, que gestiona Onda Cero y Europa FM, dirigir ahora las emisoras de la Generalitat tripartita, a las que llega tras la pérdida de liderazgo.

"Debemos ofrecer una programación más atractiva para hombres y jóvenes"

Pregunta. Dejando el impacto que tuvieran afirmaciones políticas como la de "arrancar la costra nacionalista", ¿qué lectura hace de la pérdida de hegemonía de Catalunya Ràdio?

Respuesta. No se me pasa por la cabeza otra lectura que no sea la profesional; el cambio de gobierno de CiU al tripartito no ha tenido nada que ver en la situación actual; lo que ocurrió es que se tomaron decisiones profesionales, en un panorama radiofónico catalán cambiante, con más errores que aciertos.

P. ¿Por ejemplo?

R. Pues me ha sorprendido el atraso tecnológico de la casa, cuando no hace ni 10 años estaba a la vanguardia. Una parte de los estudios no están digitalizados y, sobre todo, la matriz, el corazón de la emisora, aún es analógico.

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P. ¿Y en el aspecto humano?

R. Se cambió a locutores de los programas de tarde [Toni Clapés] y de noche [Jordi Basté], y sus sustitutos no cuajaron. Y cuando esas vías de agua aún estaban abiertas, se sacó otra pieza, la de las mañanas [Antoni Bassas], y tampoco funcionó. Y esto fue mortal porque el 70% de la audiencia de una emisora la suele acoger el espacio insignia de la mañana; además, el oyente de la radio generalista es conservador. No se evaluó bien la posible fuga de audiencia: tácticamente, fue un error.

P. ¿Le preocupa que no sea ya la emisora más escuchada?

R. Parte de la nueva situación de la emisora ha coincidido con un cambio capital en el mercado: el fortalecimiento de otras ofertas radiofónicas en catalán. Que se consolide la radio privada en catalán es una magnífica noticia; sólo lamento que haya una sola privada grande. Ese mapa nos ha permitido ampliar a casi un millón los oyentes de radio en catalán. En cualquier caso, la distancia no es mucha; por ejemplo, por las mañanas RAC-1 sólo nos saca 13.000 oyentes; eso es reversible. Y además, si bien no renuncio a él, descarto el concepto de liderazgo en una radio pública: trabajamos teniendo como referencia aspectos como la pluralidad informativa, por ejemplo; nuestro objetivo no es el liderazgo. Más que ser líder, me preocupa la tendencia a la baja de nuestra audiencia.

P. ¿Y a qué se debe?

R. Fácil: la oferta no ha gustado a una audiencia que además, al moverse entre los 51 o 52 años, es de las más envejecidas; hemos de crecer hacia un público más urbano, con una oferta más atractiva para hombres y jóvenes. Y hemos descendido también en la media de escucha del oyente, de 160 a 128 minutos.

P. ¿Y cómo se remonta?

R. Pues ajustando mucho la parrilla de programación, retocando sutilmente la estructura interna de cada programa y dándole coherencia a toda la oferta.

P. ¿Reorientándola hacia una radio más comercial, quizá?

R. No, haciendo lo que debe hacer una radio pública, pero en el momento y formato precisos.

P. ¿Poner a Manuel Fuentes al frente del magacín matinal responde ya a esa nueva política?

R. Claro. Manel sorprenderá; sabe cambiar de registro: es un periodista y queríamos un magacín más implicado con la actualidad, de ahí que involucráramos al equipo de informativos. Y en tres semanas ya volvemos a marcar la agenda. Es lo de Manel, pero también está la sutileza de ir cambiando el lenguaje de todos, para mi gusto excesivamente cansino hasta ahora, y los recursos sonoros...

P. Esta etapa la afrontan con una caída de publicidad y la petición del sector de que la radio pública no se financie más con ella.

R. La parrilla es más barata que la de la temporada pasada; poco, pero ya hemos ahorrado. Sobre la publicidad, no tenemos una política publicitaria y comercial agresiva; los anunciantes que dejasen de estar con nosotros no irían a las otras emisoras porque ya están en ellas; Catalunya Ràdio no busca según qué anunciantes. Estoy de acuerdo en dejar espacio publicitario para las privadas.

P. Son muchos retos. ¿Le llevó al cargo esto o su facilidad para caer bien a políticos antitéticos?

R. Profesionalmente, este lugar es muy interesante; por eso estoy aquí. La religión la dejo colgada en casa cuando salgo.

Ramon Mateu, en las instalaciones de Catalunya Ràdio.
Ramon Mateu, en las instalaciones de Catalunya Ràdio.EDU BAYER

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