Dinamita en las dos áreas
El Sevilla desea prolongar ante el Rangers su juego vertical, fuerte atrás y de gran pegada
"Ibrox es un campo muy duro, como Manolo Jiménez. No creo que el Sevilla gane allí". Son palabras de Ted MacMinn, jugador escocés del Rangers que el Sevilla fichó a cambio de 38 millones de pesetas en enero de 1987, cuando se convirtió en compañero del actual entrenador del equipo hispalense. Aquel Sevilla presidido por Luis Cuervas era entrenado por otro escocés y ex técnico del Rangers, Jock Wallace. Curiosamente, Wallace, que logró con el Rangers en 1976 y 1978 el trébol escocés al ganar Liga, Copa y Copa de la Liga, nombró a un joven Jiménez segundo capitán de la plantilla. En España no ganó nada.
Los lazos entre Glasgow y Sevilla se hicieron de oro en 2007, cuando el equipo ya presidido por José María del Nido se alzó en la ciudad escocesa con su segunda Copa de la UEFA, ante el Espanyol. Ya tenía muy poco que ver con el de MacMinn. Y el de ahora todavía ha dado un paso más al confeccionar la mejor plantilla de toda su historia. "Que seamos la única alternativa real a los dos colosos [Barcelona y Madrid] es para sentirse orgullosos. El entrenador está manejando los recursos con maestría", afirmó ayer el propio Del Nido poco antes de viajar a las Islas Británicas.
Los de Jiménez han ganado sus últimos cinco partidos oficiales por 14-1 en total
El Sevilla que llega a Ibrox es un auténtico huracán: ha ganado sus últimos cinco partidos oficiales y lo ha hecho arrasando en las dos áreas. La ausencia de un estilo valiente había perseguido a Jiménez. Si el Madrid busca su identidad mientras vive de la aportación de sus monumentales jugadores, del mismo modo que es evidente que el Barça tiene un estilo marcado a sangre y fuego en su código genético, el Sevilla asusta ahora en las áreas, no necesita la pausa en el centro del campo como activo principal de su juego e impone un ritmo vertiginoso en busca de la portería rival.
Jiménez ha hallado la fórmula. Salvando el accidente del primer encuentro liguero, ante el Valencia, en el que fue una sombra de sí mismo en Mestalla, el Sevilla ha ganado los cinco partidos oficiales siguientes que ha disputado con un global de 14 goles a favor y sólo uno en contra.
El Sevilla le hizo cuatro tantos al Zaragoza, encajando uno; dos al Unirea en la Champions; otros dos a Osasuna y Mallorca y cuatro más al Athletic el pasado sábado. En estos cuatro últimos encuentros no recibió ni un solo gol. Este 14-1 mejora el registro del Barcelona, que tiene un 13-3 en los últimos cinco partidos, aunque es cierto también que se enfrentó al Inter en la Liga de Campeones, un rival de mucho más empaque que el Unirea. Sólo el Madrid de Manuel Pellegrini presenta mejores registros (18-2) en los últimos cinco partidos. Su contundencia, no obstante, no evita el debate que existe sobre su juego.
En Sevilla, y en espera de pasar con nota el examen de Glasgow, el debate está superado cuando se mira de reojo el gran duelo del domingo contra el Madrid. "El perfil físico de este equipo es muy importante. Es de transición rápida, algo que viene motivado por su capacidad goleadora. El Sevilla elabora cuando ya tiene el marcador por delante. Pero, ojo, no es fútbol directo, sí rápido y vertiginoso". Palabras de Pablo Blanco, director de fútbol base, que ha visto al Sevilla jugar de muchas formas en los últimos 40 años. "En lo que ha ganado mucho el equipo es en la estrategia, tanto en la defensiva como en la ofensiva. Atrás ya no nos ponemos al lado de Palop mientras que en el ataque entramos con mucho peligro", añade el técnico sevillista.
Con esa pegada demoledora, el Sevilla intentará asaltar la fortaleza escocesa. El Rangers no pierde en Europa en su estadio desde la fase de grupos en la Liga de Campeones 2007-08. Nada que pueda asustar a este grupo con hambre de gloria.
