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Feijóo y los alcaldes pactan un nuevo marco legal para el urbanismo

La federación de municipios retirará el recurso contra las Normas del Hábitat

La luna de miel entre la Xunta y el presidente de la federación de alcaldes continúa. El nuevo episodio fue un Acuerdo Institucional por el Urbanismo que firmaron ayer sus presidentes, Alberto Núñez Feijóo y el socialista Carlos Fernández, que incluye el compromiso de redactar una nueva ley del suelo a lo largo de la legislatura. Previamente, la Xunta completará la reforma provisional de la ley en vigor, una modificación pactada con la Fegamp para dotar de mayor "agilidad" al urbanismo e incrementar las competencias de los ayuntamientos. El BNG se desmarcó del acuerdo.

Feijóo y Fernández estamparon su firma en un documento de cuatro folios en el que la Federación Galega de Municipios e Provincias "asume como propios" los objetivos del anteproyecto de modificación de la Lei do Solo, a la que ayer se refirió el presidente de la Xunta como una "ley de medidas urgentes", y que será tramitada como tal en el Parlamento de Galicia. Los alcaldes apoyan "las soluciones propuestas" en el anteproyecto, una reforma limitada a 42 de los 237 artículos de la ley y que incrementa las competencias urbanísticas municipales.

De acuerdo con el protocolo, firmado en el Pazo de Raxoi, la Xunta promoverá "en el transcurso de la actual legislatura" una nueva Lei do Solo que recoja "actuales y futuros acuerdos con la Fegamp". La norma tendrá como objetivos "simplificar y agilizar los procesos urbanísticos, garantizar un desarrollo sostenible y defender los valores paisajísticos y territoriales".

Otro de los apartados del acuerdo compromete a la Xunta a colaborar con los ayuntamientos en las Directrices de Ordenación del Territorio y el Plan de Ordenación del Litoral, actualmente en tramitación. El Ejecutivo le ofrece a la Fegamp que participe "activamente" en la revisión de las Normas del Hábitat y del Registro de Demandantes de Vivienda Protegida. Como muestra de agradecimiento, Carlos Fernández se mostró dispuesto a retirar el recurso judicial de la Fegamp contra el decreto del Hábitat, cuya aprobación en 2008 por la consellería nacionalista de Vivenda marcó el momento de mayor tensión entre alcaldes y el Gobierno gallego de la pasada legislatura.

Feijóo y Fernández presentaron el acuerdo en presencia de los conselleiros de Medio Ambiente y Presidencia, Agustín Hernández y Alfonso Rueda, y dos de los vicepresidentes de la Fegamp, uno del PSOE y otro del PP. El que no acudió fue Francisco García, del BNG, que se desmarcó tanto del protocolo firmado ayer como de la reforma provisional de la Lei do Solo. Desde las filas nacionalistas se interpreta el acto de Raxoi como un pacto urbanístico entre populares y socialistas.

El BNG se opone a la inminente reforma de la ley porque discrepa de que entre sus objetivos se encuentre el de evitar la dispersión de la población, como sostiene Feijóo. Lejos de ello, la supresión de cargas en terrenos urbanizables y la nueva delimitación de las áreas de expansión tendrán el efecto contrario, en opinión de los nacionalistas, que tampoco ven reflejado en el anteproyecto el catálogo de reclamaciones que la Fegamp presentó a la Xunta en 2007. El Bloque votó en la ejecutiva de la federación en contra de la reforma. El acuerdo institucional de ayer no se sometió a votación.

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La propuesta de redactar una Lei do Solo totalmente nueva, que sustituya a la que dictó la Xunta de Fraga en 2002, encaja en todo caso con la propuesta del secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, quien viene reclamando en las últimas semanas un pacto por el territorio, que saque del debate político "uno de los grandes temas de Galicia". La propuesta de los socialistas implica una autocrítica a los "parches" aplicados en la materia por el bipartito.

Feijóo insistió tras la firma del acuerdo con Carlos Fernández en el objetivo de evitar una construcción "discontinua y difusa" con la nueva reforma de la ley de 2002. Según el presidente de la Xunta, con las medidas urgentes Galicia avanzará hacia un urbanismo "ágil pero con principios". Carlos Fernández no dudó en tildar el protocolo de "histórico".

"Un pacto PP-PSOE"

No tardaron los nacionalistas en desmarcarse del Acuerdo Institucional por el Urbanismo firmado ayer por Feijóo y Carlos Fernández, en el que la Fegamp aplaude el anteproyecto de reforma de la Lei do Solo. Esa norma responde a un diseño "ultraliberal" y supone "una subordinación de la federación de municipios a los intereses de la Fegamp", señala el vicepresidente del organismo municipalista Francisco García, del BNG. La reforma, añade, supondrá un "paso atrás" y una "desregularización" que favorecerá la "dispersión" y la proliferación de urbanizaciones "sin dotaciones de espacios públicos". García interpretó el acuerdo en un contexto de "claro pacto PP-PSOE para rediseñar la política urbanística y medioambiental en el rural gallego, en un sentido claramente involutivo".

El PSdeG, mientras, respaldó al presidente de la Fegamp, pero combinó este apoyo con una crítica al "pirateo de las propuestas socialistas" por la Xunta de Feijóo. El acuerdo, aseguró la portavoz de Urbanismo, Mar Barcón, recoge "muchas de las propuestas" de su partido. Barcón instó a Feijóo a hacer extensivo el acuerdo con la federación a las fuerzas políticas del Parlamento y a buscar consensos, "la única manera de lograr un gran pacto por el territorio".

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