El Athletic pone la directa
Los rojiblancos encadenan su tercer triunfo liguero frente a un Villarreal que sigue sin ganar
No hay dos sin tres. El Athletic se pudo aferrar ayer al conocido refrán, más de dos décadas después. Ante su enfervorizado público, los pupilos de Joaquín Caparrós dieron un nuevo toque de seriedad a su cada vez más creíble amago de revertir los últimos años de esperpento con una soberbia temporada. El Villarreal, simplemente, no fue rival para un conjunto rojiblanco que bordó el juego por momentos y vuelve a codearse con los más grandes en la clasificación. Nueve puntos de nueve. Recuerda a otros tiempos.
Llegaban los castellonenses a Bilbao con la vitola de haberse impuesto en sus tres últimas visitas a San Mamés, pero ayer ni la olieron. Ni la victoria, ni la pelota. Que el fútbol es un estado de ánimo lo dejó bien claro el Athletic. Pese a contar sólo con cinco de los jugadores que el jueves golearon al Austria de Viena. Si las cosas salen, hasta las rotaciones dan resultado. Rechaces, carambolas... Todos los balones paraban en los pies de unos jugadores rojiblancos crecidos, vacilones incluso ante la inferioridad de un rival inoperante.
ATHLETIC 3 - VILLARREAL 2
Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; David López (Muniain, m. 73), Javi Martínez (Yeste, m. 65), Gurpegui, Gabilondo; Toquero y Llorente (Aketxe, m. 79).
Villarreal: Diego López; Angel, Godín, Marcano, Capdevila; Eguren, Cazorla, Ibagaza (Fuster, m. 17), Cani (Nilmar, M. 53); Rossi (Pires, m. 71) y Llorente.
Goles: 1-0. M. 10. Llorente. 2-0. M. 39. Llorente. 2-1. M. 49. Cani. 3-1. M. 58. Javi Martínez. 3-2. M. 84. Cazorla.
Arbitro: Muñiz Fernández. Amonestó a Toquero, Yeste, Koikili, Marcano, Eguren, Fuster, Godín y Angel.
Unos 35.000 espectadores en San Mamés. El saque de honor lo realizó la tripulación de remo de Kaiku, vencedore sla pasada semana de la Bandera de la Concha.
Las intervenciones de Diego López salvaron a los 'amarillos' de una goleada en Bilbao
Así las cosas, no podía tardar en alterarse el resultado. Y tuvo que ser Llorente, el del Athletic, quien rompió su sequía anotadora en Liga con un certero cabezazo. Fue sólo el comienzo de una exhibición que tuvo a Gabilondo y David López como protagonistas del reparto. Y al incombustible Toquero en la dirección del espectáculo. Sólo el portero visitante pudo sumarse a la fiesta, aunque no la disfrutó demasiado. Hasta recibir el segundo gol del riojano, las intervenciones de Diego López salvaron del abismo a un Villarreal que sólo había disparado una vez entre los tres palos.
El partido parecía resuelto al descanso, pero Ernesto Valverde había pedido efectividad a los suyos durante la semana y Cani no quería defraudarle. A pase de Llorente, el del Villarreal esta vez, batió a Iraizoz a los cuatro minutos de la reanudación y sembró la incertidumbre en una parroquia, la de San Mamés, acostumbrada en los últimos tiempos a demasiados fiascos. Sin embargo, este Athletic es distinto al de otros años y no se arrugó sobre el césped. Más bien al contrario. Confiado en sus posibilidades y seguro de la injusticia del electrónico, avanzó metros y asedió al rival en su propio campo. Antes de lesionarse, Javi Martínez amplió la ventaja con otro testarazo a la salida de un córner.
La afición daba por bueno el resultado y Caparrós también, por lo que a poco más de un cuarto de hora dio entrada al joven Muniain y permitió el estreno del cachorro Aketxe. Más pendientes de completar con brillo la faena, los rojiblancos se relajaron y no repararon en la calidad individual de sus oponentes. El internacional Cazorla se encargó de sacarla a relucir con una falta directa que, a falta de cinco minutos, encendió otra vez las luces de alarma en San Mamés. Más que justo, el resultado era ajustado y la afición temió por un posible empate que no llegó a acontecer. Los rojiblancos se mantienen en lo más alto de la tabla y el submarino se hunde, pero van sólo tres jornadas.
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