Los delitos en la provincia de Málaga crecen un 50% desde el año 2000

Las estadísticas del Ministerio del Interior dibujan un panorama poco halagüeño para la provincia de Málaga. Entre los años 2000 y 2008, los delitos y faltas conocidos por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil aumentaron un 50,2%, con especial incidencia en los delitos violentos contra la vida, la integridad y libertad de las personas. La subida parece más espectacular si se tiene en cuenta que en el mismo periodo, según el censo, la población aumentó un 20%.

Los datos proceden de una respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado socialista Miguel Ángel Heredia y recogen los principales indicadores de criminalidad año por año en lo que va de década. Mientras que en 2000 los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado conocieron -directamente o por denuncia- 1.799 delitos contra las personas (entre los que se encuentran homicidios, agresiones sexuales y malos tratos), en 2008 la cifra se había disparado un 331% hasta los 5.968 actos delictivos. Gran parte de este aumento se debe a la entrada en vigor de la ley de violencia de género.

Dos de cada tres malagueños han sufrido delitos en el último lustro

Los ataques a la vida y la integridad de las personas son los que más crecen

Los delitos contra el patrimonio, que suponen entre un tercio y la mitad de los delitos conocidos, apenas crecieron un 4%, mientras que las lesiones y los hurtos se incrementaron un 40% y un 207% respectivamente. Según los datos de Interior, en los años de mayor bonanza económica, de 2003 a 2006, estos indicadores experimentaron leves descensos.

El resto de los delitos y faltas, entre ellos los daños, amenazas, coacciones y contra el orden público, se elevaron un 190%. El aumento de los delitos conocidos se produce coincidiendo con un aumento de casi 1.000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía en ocho años -hasta 2.752 efectivos- y de un aumento del 25% de la plantilla de la Guardia Civil, hasta 2.168 agentes.

El catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Málaga y director del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología de la Universidad de Málaga, José Luis Díez Ripollés, toma estos datos con cautela. Frente a los delitos conocidos él considera más fiables las encuestas de victimización, que buscan conocer qué porcentaje de la población ha sido objeto de delitos y faltas. "Las encuestas de victimización muestran que hay un descenso en toda España, si bien en Málaga la bajada es menos acusada", asegura Díez Ripollés, que considera que el aumento de las denuncias indica, entre otras cosas, que "la gente confía más en la policía".

Según el catedrático, las estadísticas policiales tienden a distorsionar la realidad porque "algunos delitos se denuncian mucho y en otros, como los hurtos menores, la gente no se molesta en denunciar". En cuanto a la violencia, las estadísticas de los organismos criminológicos señalan, en contra de la percepción habitual, que en el norte de Europa, e incluso en los países escandinavos, se producen más delitos violentos. "El problema, entre otros, es que en España los medios de comunicación enfatizan mucho en la violencia y eso distorsiona la percepción", asegura. La última encuesta de victimización, sobre todas las capitales andaluzas, elaborada en febrero de 2009, indica que Málaga sufre la mayor tasa de victimización. Un 66% de los encuestados afirmaba haber sufrido un delito o falta en los cinco años anteriores. En el extremo opuesto, con un 38,8% se encontraba Cádiz, mientras que el resto de capitales se hallaba entre el 55% y el 60%. La mayor parte de los actos delictivos sufridos eran robos y daños en coches.

El penalista denuncia las dificultades para acceder a los datos y estadísticas del Ministerio del Interior. "Hay un malestar en toda la criminología española por este oscurantismo".