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Reportaje:Primer plano

Un rebote que tardará en llegar

La Bolsa recupera terreno pero la confianza de los inversores sigue en mínimos

David Fernández

Con los números en la mano, no hay duda: la Bolsa ha recuperado los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers. ¿Motivo de alegría? Depende. La mayoría de los inversores se han perdido el rebote que la renta variable acumula desde marzo. De hecho, los fondos de inversión y planes de pensiones que más dinero han captado en el año siguen siendo los más conservadores. Hay mucho miedo y mucha decepción acumulada. Basta recordar los fiascos en productos estructurados, fondos inmobiliarios, salidas a Bolsa sin potencial, hedge funds sin liquidez...

El derrumbe del coloso financiero fue la punta del iceberg de una serie de escándalos que han erosionado la confianza de los ahorradores. Todo el mundo coincide en que ese intangible tan difícil de ganar y tan rápido de perder como es la confianza tardará mucho más en recuperarse que los índices bursátiles. Esta semana el propio presidente de la CNMV, Julio Segura, hacía un repaso a los fallos que se han hecho patentes en la actual crisis y los englobaba en tres categorías. "En primer lugar están los fallos de mercado, materializados en el aumento de las asimetrías informativas derivadas del proceso de innovación financiara; en la existencia de conflictos de interés no resueltos en ciertas empresas de servicios financieros; en fallos de gobierno que han primado una visión a corto plazo en beneficio de los gestores y en perjuicio de los accionistas", denunció durante una conferencia en la Universidad del País Vasco.

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La segunda clase de fallos, según Segura, son los regulatorios que han permitido la coexistencia de actividades reguladas y no reguladas. "Es decir, agujeros negros que han favorecido el arbitraje regulador, el desarrollo de activos de baja calidad y su diseminación por todo el sistema". Por último, el presidente de la CNMV detecta fallos de diseño de políticas macroeconómicas que han proporcionado "unas condiciones extremadamente holgadas" de liquidez y bajo coste de financiación durante un dilatado periodo, "que han favorecido la asunción de unos niveles de riesgo y endeudamiento no sostenibles por parte de los agentes y un proceso continuado de sobrevaloración de los activos".

A pesar de los fallos del sistema financiero, la Bolsa ha tenido dos virtudes durante esta crisis: ser el activo más líquido donde cada orden tenía su contrapartida y cumplir su papel de indicador adelantado de la evolución económica. La renta variable llevaba cayendo con fuerza meses antes de la quiebra de Lehman, anticipando la crisis de liquidez que se avecinaba y su impacto en la economía real. El ocaso del banco de inversión, eso sí, multiplicó el pánico vendedor. Pese al repunte de finales de 2008 las Bolsas se desplomaron a principios de 2009 hasta tocar el 9 de marzo su nivel mínimo desde 2003. Se descontaba entonces una situación apocalíptica que no se cumplió. La Gran Depresión se quedó en Gran Recesión lo que bastó para impulsar unas cotizaciones muy sobrevendidas.

El Ibex 35 acumula una subida del 68% desde mínimos y es el único de los grandes índices bursátiles que cotiza por encima del nivel previo a la quiebra de Lehman Brothers. El sector financiero fue el que hundió al mercado en los infiernos y el que más ha aportado en su recuperación.

En la mejoría de la renta variable han contribuido datos esperanzadores (primeros atisbos de salida de la recesión y resultados empresariales menos malos de los previstos), pero también aspectos técnicos que pueden llevar a cierta confusión (cierre de posiciones bajistas, unos tipos de interés en mínimos que desincentivan los productos conservadores y el miedo de muchos gestores a quedarse fuera del rally).

¿Estamos viviendo una nueva burbuja? Aunque el nivel de liquidez en las carteras sigue siendo más alto que hace un año, diferentes bancos de inversión como Goldman Sachs y Citi han publicado esta semana informes en el que siguen viendo potencial en Bolsa. La gran duda surge con España. Pese a que la recesión es más aguda que en otras economías y la salida se vislumbra más lejana, el Ibex sigue siendo uno de los índices que más se revaloriza. El mercado español ha dejado de estar barato (hace un año cotizaba a 10,5 veces sus beneficios y hoy el PER es de 14,3 veces) y genera recelos. "Un 19% de los consultados estima que los fondos de acciones españoles terminarán en negativo de aquí a un año frente a un 9% para la renta variable europea y un 6% para la renta variable estadounidense", advertida una encuesta entre inversores particulares que ha publicado esta semana Morningstar.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.
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