Congelar los sueldos en la Xunta ahorrará 60 millones

La congelación salarial ha sido uno de los pocos puntos de acuerdo, por no decir el único, entre el Ejecutivo central y la nueva Xunta. 2,6 millones de trabajadores, entre personal de la Administración central, autonomías, diputaciones y ayuntamientos sentirán en sus nóminas la medida si se concreta en la Ley de Presupuestos de 2010. En Galicia, unos 24.000 empleados de la Xunta, 31.000 docentes y cerca de 32.000 profesionales del Sergas, además de laborales, funcionarios y temporales de otras administraciones entran en ese saco.

Según cálculos de la Consellería de Facenda, el Estado dejará de gastar 30 millones de euros en esta comunidad por cada punto de incremento de salarios que no se ejecute. Teniendo en cuenta que desde 2004 la subida ha sido del 2% cada año, los funcionarios de la Xunta podrán "ahorrarle" a la caja nacional 60 millones.

"Más del 50% de los empleados de servicios generales son 'mileuristas"

Pero los sindicatos no se van a conformar. Aunque las leyes de Presupuestos determinan que la retribución de los empleados públicos tiene como tope el que marca el Gobierno cada ejercicio, cada autonomía pacta de hecho otras compensaciones. Ocurrió con el bipartito a través del Acuerdo retributivo para la Xunta 2006-2009, firmado en 2007 para personal laboral y funcionarios. El documento, que este año perderá vigencia, determinaba subidas al margen de lo marcado en Madrid de 118 euros mensuales en esos cuatro años. O, lo que es lo mismo, un 9,3% en todo el período. Otros acuerdos para el personal sanitario, el dedicado a la Justicia y los profesores tardarán al menos dos años en caducar.

En una entrevista publicada ayer por Faro de Vigo y La Opinión de A Coruña, Feijóo reiteraba su proposición a los sindicatos de "congelar el sueldo de los funcionarios y destinar el incremento a gastos sociales". Pero los representantes de los trabajadores se resisten. "Más del 50% de los empleados de servicios generales de la Xunta son mileuristas. No vamos a aceptar la congelación". Manuel Gallardo, secretario nacional de CIG-autonómica, cree que no hay ningún tipo de predisposición desde San Caetano para negociar. CC OO intentó convencer al bipartito de que suscribiese un nuevo convenio antes de las elecciones. No cuajó. Ahora Emilio Doforno, su portavoz, reitera que se opondrán a la congelación: "Los empleados públicos no van a ser los que paguen el pato de una crisis que no generaron. La Xunta tiene que sentarse con los representantes de los trabajadores en vez de enviar globos sonda por los medios. ¿Cómo puede justificar que los delegados territoriales, que cobran 42.000 euros, tengan subidas de 3.000 euros anuales? ¿dónde está la austeridad?", se pregunta. Otro tanto dice Francisco Núñez, de UGT: "Lo sensato y lo razonable será llegar a un acuerdo".