"¡Barça, sí; Boixos, no!"
Los 'ultra', que encendieron bengalas, fueron censurados por el resto de la afición
Eran pocos, poco más de 20, pero los Boixos Nois volvieron a liarla anoche en Mónaco. Como hace tres años, cuando el Barcelona perdió la final de la Supercopa contra el Sevilla. Encendieron bengalas antes de empezar y tras el gol de Pedro, que complicaron la visión en los minutos finales del encuentro. Ubicados en el gol sur del estadio Luis II ardieron al menos una docena en una zona en la que eran muy reconocibles, por opuesta a la que ocuparon los aficionados del Barcelona que adquirieron sus localidades a través del club.
No se tiene constancia de que el grupo agrediera a nadie antes de llegar al estadio -el 25 de agosto de 2006, tres aficionados del Sevilla fueron apalizados camino del campo-, pero con bengalas, ensuciaron de nuevo el nombre del Barcelona. El resto de aficionados culés presentes en el estadio monegasco, alrededor de 6.000, dieron respuesta espontánea e inmediata. Al grito de "¡Barça, sí; Boixos, no!", censuraron su conducta.
El club lamentó los incidentes y se prepara para una multa mientras señala a los organizadores como culpables. Los violentos han sido erradicados del Camp Nou pero el club asume que no puede controlarlos fuera, como se demostró en el último derby contra el Espanyol en Montjuïc, cuando las bengalas se usaron para atacar a los seguidores españolistas, lanzándolas como proyectiles. El Barcelona ha aliviado el Camp Nou, donde invierte 80.000 euros y 250 personas por partido en seguridad, pero se siente impotente cuando sale de viaje.
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