Los dos detenidos por la muerte de Norman declaran en un tenso careo

"Maldito". William Emilio H. C., alias Guille, salía de declarar ante el juez por su implicación en el asesinato de Norman Rodrigo Cevallos cuando recibió el insulto. No provenía de la familia del militar fallecido el pasado 2 de agosto, sino de los acompañantes de Giovanny Javier V. S., El Muñeco, el otro detenido por el crimen. "Asesino", le espetaron después cuando la Guardia Civil se lo llevaba esposado.

Ambos imputados estuvieron durante 15 minutos declarando juntos ante el juez. El careo fue tenso, con gritos y algún golpe en la mesa. Giovanny Javier, ecuatoriano de 21 años, acusó al dominicano William Emilio, de 20, de haber apuñalado a Norman durante la pelea que mantuvieron a la salida de una discoteca de la calle Cea Bermúdez.

Un tercer imputado que se encuentra en libertad también prestó declaración

Dos testigos contaron al juez lo que vieron después de la pelea

La acusación particular cree que los dos participaron en el asesinato del soldado Norman: William Emilio le apuñaló mientras Giovanny Javier sujetaba a la víctima. Norman Rodrigo Cevallos, de 21 años, murió la madrugada del domingo 2 de agosto tras recibir tres puñaladas: dos en el pecho y una en el cuello. La pelea comenzó, supuestamente, cuando dos hombres increparon a la hermana de Norman, que también declaró ante el juez el martes. Los hombres volvieron armados a los pocos minutos y apuñalaron tres veces a Norman. El soldado había sido padre hacía tan sólo 15 días.

Giovanny Javier salió de la sala de vistas esposado y con los ojos llorosos. El Muñeco, con antecedentes por robo con fuerza, agresión sexual y robo con violencia e intimidación, se acercó a sus familiares, que le esperaban en el pasillo de los juzgados. A los pocos minutos salía Guille, que estuvo un rato declarando él solo antes del careo, también esposado, con la cabeza bien alta y la cara tranquila. Fue entonces cuando los familiares de El Muñeco se encararon con él.

Después de ellos, pasó ante el juez el otro imputado por el caso y el único que está en libertad: Wilmer Alexis H. Z., ecuatoriano de 19 años. El joven declaró apenas durante 15 minutos y salió de la sala con una media sonrisa. Luego se puso los pendientes que no llevaba ante el juez. No quiso hacer ninguna declaración cuando salía de los juzgados de Plaza de Castilla acompañado de su familia.

Hoy continuarán los trámites previos al juicio, que seguramente será con jurado popular, según informó la abogada de la acusación particular, Cynthia Favero. La letrada no quiso hablar sobre lo sucedido en la sala de vistas, aunque recalcó que los tres imputados se acogieron "a su derecho de defensa" y dieron una versión de los hechos que difiere de la mantenida por la acusación particular.

Además de los tres acusados, declararon otros tres testigos, que se suman a los siete que ya lo hicieron el martes. Dos de las chicas que pasaron ante el juez, Cristina y Marilyn, relataron cómo habían intentado ayudar a Norman cuando se desangraba tirado en el suelo de la calle de Cea Bermúdez. Las dos jóvenes esperaban un taxi junto con otros amigos cuando vieron la pelea que se montaba a la salida de la discoteca. Las chicas afirman que no conocían a nadie de los dos grupos enfrentados, pero al ver a Norman se pararon a ayudar.

"No vimos las puñaladas, sólo cuando los amigos del chico salían corriendo detrás de los que les habían atacado", contaba ayer Cristina. Su amiga Marilyn, ecuatoriana como ella, intentó taponar la herida que Norman tenía en el pecho mientras llegaban los servicios de emergencias. "Directamente con mis manos, el chico estaba lleno de sangre por todos lados", relataba nerviosa antes de declarar ante el juez. "Todos salieron corriendo detrás de los chicos; la hermana del herido estaba muy nerviosa", continuaba Cristina. "Sólo un policía se quitó la camisa para tapar la herida, pero la sangre no paraba", explicaba, todavía afectada, Marilyn.