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Los astilleros llevan un año sin ningún pedido nuevo

Los contratos han caído en 1.000 millones de euros desde 2008- La carga de trabajo actual se agotará en 2012 si no se reanima el mercado

La demanda naval lleva un año completamente plana. Casi no se firman pedidos y la cartera de entregas, valorada en 6.000 millones hace doce meses con trabajo para unas 10.400 personas, ha adelgazado en más de 1.000 millones por las botaduras realizadas, según estimaciones del Cluster del Naval gallego (Aclunaga). "Aún así, seguimos teniendo un nivel de contratación alto como consecuencia de la expansión durante los años 2006 y 2007", matiza José Domínguez, su presidente y director financiero de Vulcano. No oculta, sin embargo, la preocupación que se extiende en el sector: "Estamos en el mercado global y nos está afectando todo lo que ocurre, sobre todo en el segmento offshore. Son barcos complejos tecnológicamente, muy caros y con alto valor añadido. La contratación ha sido nula desde el segundo semestre del año pasado".

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Por ahora el naval no ve claras las condiciones para que se reactive la demanda más allá del aumento del precio del petróleo. "Lo que percibimos es que, a partir de los 80 dólares, el interés de los armadores por contratar aumenta". Con precios altos, la rentabilidad de encontrar nuevos yacimientos de crudo o gas en el mar crece, y con ella la utilidad de los sísmicos, como los que el astillero Hijos de J. Barreras entregó en los últimos años a WesternGeco, la mayor empresa de servicios geofísicos del mundo. En estos momentos sólo Astilleros Vulcano tiene prevista la botadura de sísmicos con perspectivas poco alentadoras. Para dos de los cuatro pedidos que tiene actualmente busca una solución comercial después de que el armador, que a su vez tenía un contrato con una compañía norteamericana, expresase que se reserva el derecho a cancelarlos. El motivo está en supuestos retrasos en la entrega, que el astillero gallego rechaza. "Tenemos buenas relaciones con nuestro cliente y estamos trabajando para solucionarlo. En último caso nos quedaría el recurso al arbitraje, así que confiamos en resolverlo de la mejor manera posible", afirma Domínguez.

Junto con Vulcano, Barreras sigue teniendo la mayor cartera pese a que no ha materializado ninguna operación en 12 meses. Hasta 2012 tendrá que entregar cinco transbordadores para las navieras Armas y Balearia y dos supplies (de suministro para instalaciones marítimas).

Construcciones Navales Freire también tendrá en sus gradas tres supplies, que junto a un buque de investigación componen su carga de trabajo para clientes noruegos y mexicanos. "El mercado está flojo y aunque hay ofertas, van muy lentamente por las dificultades de financiación", señala su portavoz, Ignacio Pombo.

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Francisco Cardama entregará próximamente tres remolcadores a armadoras de Angola y Argelia. Es de los pocos que ha añadido contratos, junto con M. Cíez y la Factoría Naval de Marín. Este último construye para Alemania un velero de 136 metros que se destinará a cruceros de lujo. En lo que respecta a la construcción militar, Navantia tiene asegurados contratos hasta 2014 en su astillero ferrolano. La cartera asciende a 5.100 millones de euros en Galicia, Cartagena y Cádiz.

Botadura de un barco en el astillero vigués de Cardama, el pasado octubre.
Botadura de un barco en el astillero vigués de Cardama, el pasado octubre.LALO R. VILLAR

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