La noche en la que la tierra rugió
30 vecinos de Albanchez continúan desalojados tras un corrimiento
Hoy se cumple una semana desde que una treintena de vecinos del pueblo almeriense de Albanchez (1.000 habitantes) tuvo que abandonar sus hogares. Hace siete días que los bomberos los desalojaron de sus viviendas tras producirse un corrimiento de tierras durante la madrugada. La hija de Carmina Crespo fue la única que percibió el ruido. "Oyó una especie de terremoto, como si la tierra rugiera. Se asustó un poco. Pero como tiene 20 años se agarró a la almohada y siguió durmiendo. Me lo contó al despertarse por la mañana", relata Carmina.
Su casa y la del resto de vecinos afectados por el corrimiento de tierra están en la calle García López o la calle Larga, como la gente suele nombrarla. Fue el germen del pueblo y donde su ubicó por vez primera una farmacia, una panadería o una tienda de tejidos. También fue donde el marqués de los Vélez tuvo su residencia. El corrimiento de tierras ha puesto en jaque casas de tres plantas con cierto aire señorial que destilan historia en sus fachadas. Las espaldas de estas viviendas dan a la terrera o talud, de propiedad municipal, donde se produjo el alud de piedras y tierra que invadió la carretera que hay debajo.
El Gobierno pagará las obras de urgencia para que vuelvan los afectados
También hubo corrimientos de tierra en el año 2000
Pero lo ocurrido hace siete madrugadas no era la primera vez que sucedía. Hubo corrimientos de tierra en 2000, en aquella ocasión provocados por las lluvias. "De aquellos barros vienen estos lodos", dice Francisco Martínez, alcalde socialista del municipio desde 1988. Martínez peregrinó ayer por las distintas administraciones en la capital almeriense para arrancar el compromiso que solucione de una vez por todas el problema de sus vecinos.
La obra de emergencia que se iniciará "de manera inminente" aún no está valorada, si bien será el Gobierno central quien asuma el coste, según señala el alcalde. Martínez contratará "desde hoy mismo" a las empresas especializadas para reordenar de nuevo el talud. El trabajo consistirá en limpiar y coser con una malla de triple torsión la parte alta del talud con unos pernos y hormigón armado. En la parte baja, se ubicarán unas placas que eviten que se invada la calzada en caso de que vuelva a deslizarse algún elemento.
Sólo entonces los técnicos permitirán que los vecinos regresen a sus viviendas y se vuelva a abrir la carretera a los vehículos. Los afectados, por lo tanto, tendrán que pasar todavía algunas semanas más fuera de sus hogares.
La Junta de Andalucía y la Diputación sufragarán las obras del plan global que evite que la tierra vuelva a moverse bajo la calle larga de Albanchez. Hoy se conocerá el importe de este segundo proyecto.
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