Una fiesta en Lugo vende rifas para pasar la noche con 'strippers'

De los innumerables premios que una organización de fiestas puede ofrecer a los asistentes para estimularlos a comprar una rifa, José Vázquez escogió a un hombre y a una mujer. En esta particular quinta fiesta para la juventud de Carballedo (Lugo), organizada por Vázquez, propietario de un bar en la localidad, sorteó la pasada medianoche un stripper masculino y otra femenina. Al precio de dos euros por rifa, los asistentes podían ganarse una noche con uno de ellos, el que eligiesen. A los compradores se les mostró el premio de primera mano: fueron los artistas eróticos los que vendieron las papeletas. La fiesta se iba a celebrar en una finca del municipio, donde se montó una discoteca improvisada. Colectivos sociales de Lugo arremetieron contra una iniciativa que consideran degradante.

Colectivos sociales consideran que el "degradante" acto "cosifica" a la mujer

El organizador sostiene que las "relaciones sexuales no están contempladas en el contrato", ya que "sólo se les obliga a cenar con el afortunado, dormir con él y desayunar al día siguiente". Con todo, el varón ya declaró su intención de mantener estos encuentros, mientras que a la stripper "no le importaría si surge feeling", argumentaba Vázquez. El escenario elegido para pasar la noche es un pazo de Chantada. La expectación que suscitó la fiesta hizo que se "mejorase" a la primera chica elegida cambiándola "por otra aún más potente".

Vázquez considera su iniciativa "totalmente normal" y alega que los strippers cobran por su trabajo. El organizador contaba con una asistencia de 3.000 personas, aunque, en principio, sólo tenía a la venta 1.500 rifas. La fiesta está organizada por un particular que puso a la venta oficialmente 1.500 rifas. Su únicon temor era que interviniese la policía ya que el sorteo no fue declarado a Hacienda, pero ayer se afanaba por cerrar la documentación e incluso advirtió de que estaba dispuesto a seguir a delante aún en el caso de que tuviera que afrontar una multa. Además de la noche con los strippers, las rifas dan opción a otros nueve premios: ocho cajas de vino, otra de licores y una más de galletas fabricadas en la zona.

El presidente de la asociación ALAR Galicia, un colectivo de Lugo dedicado al trabajo social, Fernando González Truque tachó la iniciativa de "demente, vulgar, soez y barriobajera". A juicio de Truque, esta fiesta "atenta claramente contra las medidas de igualdad de género propuestas por el Gobierno". El presidente del colectivo critica que "lo peor de este evento es la imagen que se les da a los jóvenes de cosificación de la mujer". Truque vincula el sorteo con la violencia de género y la prostitución. "Ofrecer a la mujer como premio no es tratarla con igualdad", denunció.