Controlado el fuego de La Palma tras cuatro días de lucha

Ya no les quedan años suficientes de vida para rehacer sus casas, todo lo que tenían, convertidas en una montaña de cenizas. Es la tragedia de Domingo Cabrera (de 81 años), Juan Díaz (67), José Luis Medina (62) o Marcelino Rodríguez (83) en los caseríos y núcleos de Fuencaliente y Mazo, en el vértice sur de la isla canaria de La Palma, donde un incendio que ha arrasado 2.700 hectáreas pudo ser controlado ayer tras cuatro días de lucha. El consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad de Canarias, José Miguel Ruano, presentaba ayer el mejor semblante, una vez que las llamas estaban acorraladas, gracias al combate de 500 personas en tierra y doce aviones y helicópteros. Ahora sólo quedan entre 15 y 30 días de extinción, según la presidenta del Cabildo Insular de La Palma, Guadalupe González Taño.

Controladas las llamas, las familias han regresado de donde salieron despavoridas la madrugada del viernes al sábado. No se había vivido nada igual desde la erupción del volcán Teneguía, cuando la isla creció hacia el sur, aunque no ha sido la peor catástrofe natural de la isla, que en 1975, y más recientemente, en 2005, sufrió sendos incencios que hirieron de muerte al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Ahora no ha sido así y en eso se centran los esfuerzos de las autoridades de la isla, en matizar que la isla sigue en perfectas condiciones para recibir a los turistas que la habían elegido para descansar este verano y combatir la cascada de anulaciones por el impacto que han tenido en todo el mundo las imágenes de las llamas.

La semana pasada, Canarias cayó bajo el influjo de una ola de calor, que elevó las temperaturas hasta los 40 grados (cuando lo habitual en estas islas acariciadas por los vientos alisios es de 28 a 30). El Gobierno de Canarias activó la alerta para evitar afecciones en niños, ancianos y personas con dificultad respiratoria y para extremar precauciones en los montes de las islas. Sin embargo, muchas localidades siguieron lanzando fuegos artificiales en la celebración de sus fiestas locales. Ésa aparece como una de las hipótesis que barajan los investigadores para encontrar a los culpables de esta tragedia natural.

Mientras, en Horta de Sant Joan (Tarragona), los bomberos de la Generalitat lograron extinguir, tras 15 días de lucha contra las llamas, el incendio forestal en el que perdieron la vida cinco de sus compañeros. El bombero que resultó herido grave, con quemaduras en el 75% de su cuerpo, evoluciona favorablemente en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona. El incendio, provocado por un rayo, ha arrasado 1.140 hectáreas.

Sólo en julio, la superficie quemada en Cataluña multiplica por cuatro las hectáreas arrasadas por el fuego el año pasado al arder, entre el 1 y el 26 de julio, 2.589 hectáreas de bosque frente a las 576 de todo 2008. También quedó extinguido ayer el incendio de Valdetormo, en Teruel, que ha arrasado alrededor de 400 hectáreas y los bomberos han conseguido controlar el fuego declarado en la comarca abulense del Valle del Tiétar, aunque quedan unos 10 o 15 días hasta extinguirlo.