Urkullu ve en la ley de partidos una estrategia del Estado contra el PNV
Ya desde su aprobación en 2002, el PNV ha querido ver en la ley de partidos, el instrumento que ha permitido la ilegalización de las diversas organizaciones de la izquierda abertzale que apoyan a ETA, un instrumento de los dos grandes partidos estatales para, de rebote, restarle opciones al nacionalismo democrático.
Los peneuvistas insistieron de firme en esta tesis antes y después de las pasadas elecciones autonómicas, las primeras en las que no concurría una marca de la izquierda abertzale, e interpretaron el veto a D3M como una forma de apoyar las opciones del socialista Patxi López para ser lehendakari. Las últimas palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han oxigenado la tesis peneuvista.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, salió ayer a responder a Rubalcaba, quien el domingo recalcaba que Batasuna no regresará a las instituciones "mientras ETA siga viva", aunque llegue a condenar la violencia. Urkullu colgó un artículo en su blog personal (urkullu.wordpress.com) en el que considera que existe una "estrategia de Estado" tras la "geografía cambiante" aplicada de forma sucesiva con las distintas formaciones abertzales que no condenan a ETA. Tras repasar lo ocurrido con sus diversas marcas en las elecciones desde 2005, el líder peneuvista, quien no duda "de que una de las metas sea la desaparición de ETA", aprecia "objetivos paralelos", como el desalojo del nacionalismo vasco y "más concretamente del PNV de las instituciones".
"Una excusa"
Y prosigue: "Invito a pensar en las consecuencias de la no presencia de Batasuna en las pasadas elecciones y la advertencia que ya ahora se hace" para del año 2011.
También la izquierda abertzale ilegalizada contestó a Rubalcaba. En un comunicado difundido por la tarde aseguró que las palabras del ministro muestran que la exigencia de que Batasuna y sus sucesores condenasen a ETA "no era más que una mera excusa para tratar de ocultar la naturaleza política del conflicto".
La izquierda abertzale añade que "no hay solución policial ni derrota militar posible sobre ETA" y espeta a Rubalcaba que insistir en la vía policial "es la mayor contribución a la espiral de confrontación armada". Y reafirma su "voluntad inequívoca" de contribuir a construir "un escenario realmente democrático".
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