Jóvenes inéditos

La Casa Encendida es, a diario, un hervidero de gente joven que asiste a los talleres o disfruta de sus exposiciones y espectáculos. Desde hace ocho años, el edificio de la ronda de Valencia hace un concurso para proyectos de jóvenes comisarios.

El resultado de la última edición, que se puede contemplar hasta el 31 de agosto, muestra tres sorprendentes proyectos: Anónimos, Pseudónimos y Álter egos, de Emma Brasó y Héctor Sanz, un trabajo en el que se reflexiona sobre la autoría del mundo del arte. Beatriz Alonso y Victoria Gil-Delgado, autores de Como diría Roland Barthes, ni te cases ni te embarques, se adentran en el espinoso mundo de quién es un artista y quién lo decide, a través de la obra de nueve autores que usan la ironía para focalizar la mirada del espectador hacia el funcionamiento del sistema en el que se incluye su trabajo y hacia cómo o a través de qué criterios se decide quién es artista. La tercera propuesta es A la vuelta de la esquina, de Direlia Lazo, una propuesta sobre la relación entre arte y realidad. Tres planteamientos originales que merece la pena conocer, porque plantean nuevas fórmulas de acercar el arte al espectador.