Un último puesto "excepcional"

Puede que, a la vista de los resultados, algún aficionado se sienta decepcionado. Sin embargo, para un experto del calibre del piloto de pruebas de Ferrari Marc Gené, el trabajo que realizó ayer Jaume Alguersuari en el día de su debut en la F-1 con un Toro Rosso fue "realmente excepcional, una proeza". Alguersuari concluyó la primera jornada del GP de Hungría con el tiempo que cerraba la tabla de clasificación (1m 23,9s), a ocho décimas de su compañero de equipo Sebastien Buemi y a 1,8s de Lewis Hamilton, que devolvió a McLaren a la primera línea (1m 22,07s). Fernando Alonso fue el 12º, a siete décimas del líder.

Los tiempos del viernes no suelen tener valor, porque nadie explica las condiciones en las que rodó. Sin embargo, para Alguersuari se trataba de una prueba de fuego. Llegó pronto al circuito de Hungaroring y estuvo toda la mañana preparando su gran momento. Otros tal vez se hubieran bloqueado al pensar en lo mucho que estaba en juego. "Estaba muy tranquilo. El equipo me dejó claro lo que quería de mí. Y mi función era cumplirlo. Me sentí cómodo y lo más difícil fue el paso por las curvas rápidas y las frenadas. Me sorprendió lo rápido que puedes ir ahí, con la adherencia que concede la aerodinámica". Lo que el equipo le dijo fue que no se agobiara y que no buscara los tiempos. "Lo más importante ahora es que hagas muchos kilómetros. Por tanto, iremos probando cosas y deberás irte adaptando al coche", le dijo el director, Franz Tost.

Y esa fue la misión. ¿Con nervios? Seguramente, porque a un chico de 19 años, 4 meses y 1 día, que acababa de convertirse en el más joven de la historia en pilotar un F-1 en un gran premio, debió resultarle difícil no lanzarse a todo trapo en la búsqueda de un récord. Ya en la primera sesión, Alguersuari quiso acallar las voces de otros pilotos -como Webber o Massa- que le habían criticado por debutar tan joven y sin ninguna experiencia, y concluyó sólo a dos décimas de Buemi, su mejor referente. "Me quedé impresionado", reflexiona Marc Gené. "Mi previsión era que quedaría a unos dos segundos de Buemi, pero sólo ocho décimas, con su inexperiencia... es muy grande".

En el equipo la jornada se vivió incluso con una cierta euforia. "Nos gustó su trabajo y tal como encaró la jornada. Debía ser consistente y no cometer errores y lo hizo. Un gran trabajo", indicó Franz Tost. "Pero obviamente esperamos que sea más rápido en el futuro. Y cuánto más lo sea más asegurará su continuidad con nosotros".