"Es sólo cuestión de olfato"

Josep Guardiola apareció ayer en escena. Tras 55 días sin abrir la boca en público, le bastaron 45 minutos y 39 preguntas para barrer la casa al regreso de las vacaciones. Comprobó el técnico antes de empezar a despachar que el club tampoco ha atendido su solicitud y no ha cambiado la mesa desde donde impartió doctrina el año pasado. Volvió a golpearse al sentarse, pero Guardiola, a quien esperaban 14 cámaras de televisión y 11 fotógrafos, no decepcionó.

En un tono tan relajado como su atuendo -polo gris, menorquinas y tejanos- empezó por explicar la decisión de prescindir de Eto'o: "Puedo hacerlo, otra cosa es que se entienda o no se me crea. Comprendo que cuesta entenderlo", avisó confiado en que mantiene su credibilidad. "Eto'o es un jugador maravilloso. Nos ha dado goles y sacrificio", valoró antes de reconocer que carece de razones futbolísticas o personales. "Es sólo cuestión de sensaciones, de nariz. Algo me dice que saldrá bien y que lo necesitamos", sentenció. "Después de ganar, toca cambiar, me lo dice la experiencia como futbolista".

"No existen razones de comportamiento. No estoy aquí para cambiar su carácter"

"Vendrá otro 'nueve', pero no somos tan ricos como para tener duplicados puestos así"

Desde la renuncia a cambiar el carácter y la personalidad de sus futbolistas -"Eto'o no sería Eto'o", dijo-, Guardiola destacó que una de sus principales obligaciones "es decidir con quién" quiere trabajar "y quién juega". Por eso, se mostró convencido de que es la mejor decisión para el equipo y para el club. "Con Eto'o también lucharíamos por volver a ganar, pero creo que es lo que toca", dijo antes de señalar al delantero camerunés como un ejemplo dentro y fuera del campo. "Fue determinante su contribución al triplete. Sin él no hubiéramos ganado todo, estoy seguro".

Por ello, Guardiola reconoció: "Lo más sencillo sería no cambiar nada". Y aceptó que si la apuesta sale mal y el Barça no gana, le señalarán a él: "Si me equivoco, la responsabilidad será sólo mía". Sabe, y lo dijo, que el club respalda la decisión.

El entrenador azulgrana reconoció que no ha hablado con Eto'o -admitió haberlo hecho con Villa- y deseó "de todo corazón" que el delantero no esté enfadado por ese detalle y tampoco por la decisión, comparando el caso con el de Sylvinho. "No sé vivir sin ir de cara", dijo. Tampoco descarta que Eto'o siga en el Barcelona -"no seré yo quien le diga lo que debe hacer, tiene todo el derecho a no aceptar la oferta del Inter, pero la situación es la que es"- y anunció que, en ese supuesto, el club no fichará a Ibrahimovic. "No somos tan ricos como para tener duplicados puestos tan importantes, pero vendrá otro nueve". No dio nombres, pero bromeó: "Buen gusto tengo para escoger refuerzos. Los nombres que le he dado a Txiki son buenos que te cagas". En cualquier caso, recordó: "De momento, lo único cierto es que Villa es jugador del Valencia, Ibrahimovic del Inter y Forlán del Atlético".

El técnico del Barça no sólo habló de Eto'o. También lo hizo de las motivaciones necesarias para afrontar su segundo año, "siempre el más complicado". "Ya me conocen las manías, el panorama antes de empezar ya es diferente... Pero si son capaces de seguir siendo competitivos, podemos seguir adelante", añadió. En ese sentido reconoció que le ha venido bien que este verano no se hablara mucho del pasado -"es una ayuda olvidar tan rápido lo que hicimos el año pasado", dijo- porque entiende que es un reto fundamental recuperar el espíritu del año del triplete. Reiteró su fe en su equipo, dijo no sentir envidia del Real Madrid por mucho que haya "puesto el dinero y se lo haya llevado todo" y le reconoció como un "rival competitivo".

Guardiola, que aseguró sentirse "enchufado", lo demostró: incluso lamentó la derrota de Tom Watson en el Open Británico. "Hubiera sido una bonita lección deportiva", dijo.